Esta curiosa mezcla de avión y helicóptero ha demostrado que funciona de modo satisfactorio. El artilugio puede representar una nueva vía comercial para todos aquellos que dispongan de cierto capital y ganas de moverse con autonomía por cualquier sitio que se les ponga por delante. La empresa que lo fabrica tiene depositadas muchas esperanzas en la viabilidad de este aeroplano tan peculiar y maneras no le faltan para alcanzar el objetico ¿Estamos ante el verdadero coche volador del futuro o se trata de un nuevo gazapo?.
La compañía Carter Aviation Technologies se han especializado tanto en autogiros que han logrado convertirse en referentes de este tipo de tecnología de aviación. Llevan años investigando las múltiples posibilidades que ofrecen los rotores, pero ha sido ahora cuando han demostrado que un vehículo volador de uso personal puede ser posible. Se trata de la última creación de la empresa, el “cartercóptero”, un híbrido nacido de la fusión entre una avioneta y un helicóptero. Ellos le llaman tecnología Slowed-Rotor/Compound (SR/C) y se basa en esa mezcla ideal del concepto del rotor para añadir la sustentación y las alas fijas para impulsar el deslizamiento horizontal gracias a una hélice de cola. Y ha demostrado su capacidad de funcionamiento, en un vuelo tripulado que ha durado 36 minutos, dando por confirmada su fiabilidad y potencial de futuro como coche volador personal.
Aunque no pude mantenerse inmóvil en el aire, con este vehículo se puede realizar un perfecto despegue/aterrizaje vertical y luego seguir volando en línea como si de cualquier aeroplano tradicional se tratara. Sus alas son plegables, quedándose reducido al tamaño de un coche medio cuando se hace uso de esa característica. Ideal para aparcarlo en cualquier hueco de la ciudad si vamos a comprar el pan.
Este autogiro posee una capacidad para cuatro personas, que se pueden acomodar en el habitáculo que ha sido diseñado para ello. Sus mecanismos de control se han construído con la máxima sencillez para evitar cualquier tipo de problema en vuelo. Incluso su motor turbo diesel de 200 CV se ha pensado para ahorrar combustible y no pulverizar el bolsillo del futuro propietario. Alcanza unos estupendos 320 kms/h en vuelo, tocando techo a unos 5.300 metros de altura y con sus 200 litros de combustible será capaz de recorrer unos 1.600 kilómetros. No está nada mal para tratarse de un aparato volador capaz de transportar a cuatro tripulantes.
“Este es un momento emocionante para nosotros. Nuestro primer avión demostrado la viabilidad de nuestra tecnología. Esto se traduce en que la tecnología de las aeronaves en un producto de consumo viables. Cada uno de estos hitos nos mueve un paso más hacia nuestro objetivo final de proporcionar los fondos para perfeccionar nuestra tecnología para su comercialización” comentó Jay Carter, presidente de Carter Aviation. Y aunque seguramente cueste un riñón, el concepto acerca un poco más a la ciudadanía la posibilidad de disponer de un “coche volador” a precio razonable. Aún faltan unos años para eso, sin embargo, los esfuerzos de Carter parece que van en la buena dirección.