Por lo general, sólo buscamos dos cosas en un antivirus: Que detecte todas las amenazas, y que se quite del medio. Puede parecer contradictorio al principio, pero es la pura verdad para cualquier usuario de escritorio. Sin embargo, hay entornos en los que el antivirus necesita ser una herramienta más directa y flexible, y ClamAV ha tratado de ocupar esa posición durante los últimos veinte años. El proyecto de Cisco acaba de llegar a la versión 1.0, con mejoras y optimizaciones en varios niveles.
La historia nos dice que la primera versión del motor ClamAV debutó el 8 de mayo de 2002, gracias al trabajo del desarrollador Tomasz Kojm. Las bases de datos originales estaban guardadas en los servidores de su escuela, y el pico de popularidad fue tan alto que provocó un DoS. Cinco años después, ClamAV pasó a manos de Sourcefire, y en octubre de 2013 se sumó a las filas de Cisco, donde permanece hoy.
Son 20 años de desarrollo y protección, especialmente en entornos como servidores de correo electrónico. En pruebas generales, ClamAV siempre ha quedado varios escalones por debajo de otras soluciones similares, pero eso sólo puede mejorar con trabajo adicional, y así llegamos al anuncio de la versión 1.0. Se trata de un build LTS, que incluye un gran número de optimizaciones y correcciones en segundo plano.
Descarga ClamAV 1.0 para Linux y Windows
Algunos de los detalles que se destacan en el changelog de ClamAV 1.0 son el soporte para descifrar archivos XLS basados en OLE2 protegidos con el password por default, aumentos en el límite para asignaciones de memoria, y restricciones en la recursividad de la extracción de objetos PDF, pero la lista es mucho más larga, y está orientada tanto a desarrolladores como a responsables de mantenimiento.
Lógicamente, el hecho de haber alcanzado la versión 1.0 no significa que ClamAV abandonó su idiosincrasia. Dicho de otra forma, aún estamos frente a una herramienta sin entorno gráfico oficial, que funciona a través de la consola de sistema, y requiere varios ajustes antes de su primer escaneado, incluyendo la copia y edición de dos archivos (clamd.conf y freshclam.conf), y el update manual de sus bases de datos.
Si esta ruta no es viable, la mejor alternativa para los usuarios de Windows es descargar ClamWin. El proyecto no ha recibido actualizaciones en 18 meses y su motor es ciertamente más antiguo, pero las bases de datos son las mismas. En el caso de Linux, uno siempre puede experimentar con ClamTk, que atraviesa una situación similar, con el último update del cliente remontándose a noviembre de 2021.
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