¿Es verdad que nuestra sociedad puede ser más solidaria con solo llevar adelante unos sencillos pasos? Eso es lo que sostiene un estudio científico, que vaya a saber por qué no se pone en práctica. Un To Bit especial el de hoy, con la dosis justa de exageración como para que no puedas evitar leerlo.
¿Cómo se crea un sentimiento de responsabilidad social? ¿Existe una forma algorítmica de conseguirlo? Y si es así, ¿no sería entonces muy sencillo hacer que todos seamos un poco más buenos? Citemos un fragmento de una de las últimas publicaciones de Wiseman, R., acerca de un famoso estudio que llevaron adelante los psicólogos Jonathan Freedman y Scott Fraser de la Universidad de Stanford, denomindado The Billboard Experiment (no confundir con el Billboard Experiment musical):
“En la primera parte de su estudio, un investigador se hizo pasar por trabajador voluntario. Fue de puerta en puerta en un vecindario residencial en California, preguntando a la gente si no les importaría colocar en sus jardines un cartel para contribuir a disminuir la velocidad en la zona. Había solamente un pequeño problema. Era un cartel de gran tamaño que arruinaría completamente el aspecto de la casa y del jardín de esta persona. Para señalar el punto de la forma más vívida posible, el investigador mostraba a los residentes una fotografía del cartel, grande y mal escrito, que rezaba «CONDUZCA CON CUIDADO» (…) Como era de esperar, pocos residentes aceptaron la oferta.
“En la segunda etapa del experimento, el investigador se acercó a un segundo conjunto de residentes y les hizo casi exactamente la misma pregunta. Esta vez, en cambio, el cartel era mucho, mucho más pequeño. Era de apenas diez centímetros cuadrados y rezaba «SEA UN CONDUCTOR CUIDADOSO». Era un pedido pequeño y casi todo el mundo accedió.”
Hasta aquí, ninguna sorpresa; la gente reaccionó como era de esperarse. Sin embargo, dos semanas más tarde, el investigador regresó y
“…en esta ocasión les pidió a los residentes (que habían aceptado colocar el cartel pequeño) que colocaran el cartel más grande. En esta oportunidad, el 76 por ciento de las personas aceptó colocar el feo cartelón en sus jardines.”
El estudio de Freedman y Fraser muestra evidencia empírica en donde los vecinos que aceptaron colocar el cartel pequeño:
“Tuvo un efecto dramático sobre la forma en que los residentes se vieron a sí mismos. De pronto eran el tipo de personas que ayudan. Eran buenos ciudadanos, individuos capaces de hacer sacrificios por el bienestar general. De manera que, cuando llegó el momento de tomar una decisión acerca del horrible cartel grande, estaban mucho más dispuestos a decir que sí.”
De esta manera, fue muy sencillo crear cooperación: basta evitar que haya una diferencia muy grande entre el “estado estable” (en este caso, de los vecinos sin un cartel en su jardín), al “estado solidario” (vecinos con un cartel instalado en su jardín). En términos matemáticos, evitar que, teniendo en cuenta ambos estados, sea muy grande el delta, derivada primera, pendiente, o como quieran llamarlo (nuestros lectores especialistas en el tema sabrán formalizar mejor este concepto). O, dicho de otra manera: “si logras que la gente acepte lo pequeño será mucho más fácil persuadirlos de que no se preocupen por lo grande.” Esto tiene relación con esta nota anterior de To Bit.
Así que parece sencillo generar solidaridad. Sin embargo, podemos ver que de la misma manera se puede conseguir que la gente haga cualquier cosa, y no solamente acciones solidarias. ¿O no?
¿Tú qué piensas?
¡Hasta el próximo To Bit!
2 Comments
Leave a Reply