Delicado por donde se lo mire, la piratería informática es un tema que causa controversia cada vez que queda expuesto a los medios. La súperbatalla entre las grandes empresas y los piratas ha tomado otro color tras el fallo en contra de The Pirate Bay, aumentando la presión sobre los diferentes métodos de descarga digital que existen. Al mismo tiempo, los gobiernos buscan aprobar leyes para proteger los derechos de autor y castigar a aquellos que sean atrapados descargando material con copyright. Sin embargo, de acuerdo a este estudio, todo eso parece no ser suficiente.
La Business Software Alliance ha publicado un informe sobre piratería tanto en los Estados Unidos como a nivel global. El informe coloca a Estados Unidos como el país con menor tasa de piratería, aproximadamente un 20 por ciento. Sin embargo, Estados Unidos es el que más pérdidas sufre debido a ello, con unos 9100 millones de dólares, debido al tamaño de su mercado. Pero lo más llamativo es que el informe coloca al promedio mundial de piratería en un 41 por ciento, un tres por ciento más que el año anterior. El estudio contempla un total de 110 países, y coloca como razón principal del aumento al crecimiento en la venta de ordenadores en países como China e India, el primero prácticamente sin leyes de derechos de autor que se apliquen, y el segundo con una tasa de pobreza demasiado alta como para pedir a sus habitantes que compren licencias originales.
Probablemente el punto más cuestionable del informe se encuentra en las pérdidas que ese 41 por ciento le causa a la industria. Se habla de una suma que ronda los 53 mil millones de dólares, pero dicho cálculo se basa en el supuesto de que una empresa "hubiera vendido" cada copia pirateada de su software, algo parecido a lo que hacen las discográficas con sus propias evaluaciones sobre los discos de sus artistas. Como ninguna empresa en el mundo tiene una eficiencia de ventas del cien por ciento, tomar como modelo que cada copia pirateada "hubiera sido vendida", presenta muchas dudas que casi no resisten análisis alguno.
Lo que no hay que olvidar es que existen diferentes tipos de piratas, y varios grupos ni siquiera merecen ese título. Están los que realmente lo hacen por dinero, que son muchos menos de lo que las grandes empresas imaginan. Luego están los que lo hacen por diversión, o por una cuestión de principios (como por ejemplo, estar en contra de los sistemas DRM, que tratan al cliente como a un delincuente). Y después están los que no tienen alternativa por un lado, y los que no pueden pagar por el otro. Los primeros, debido a que no consiguen lo que buscan de forma original, "clientes que no fueron servidos" si se quiere, y los segundos, los que sencillamente no pueden pagar 300 dólares por una licencia de Windows. Y como siempre, la industria comete el terrible error de meter a todos en la misma bolsa.