Si crees que todo ya ha sido inventado, te invitamos a ver este nuevo vehículo, creado por un grupo de estudiantes australianos, en la Universidad de Adelaide. Llamado EDWARD (Electric Diwheel with Active Rotation Damping), se trata de un vehículo provisto de dos ruedas gigantes y un marco en la parte interior donde va ubicado el piloto. Lo interesante, es que este marco puede ser fijo o móvil, a través de un freno de mano y, mediante un sistema de estabilidad lateral dinámico, es posible hacer todo tipo de trucos y pruebas.
No es fácil inventar un vehículo hoy en día, porque por momentos parecería como que ya está todo inventado y, aún si se creara algo novedoso, no siempre es posible hacérselo llegar al público masivo. Este nuevo vehículo de dos ruedas alineadas axialmente, fue creado por estudiantes de la Universidad de Adelaide en Australia y, aunque su diseño se pueda ver familiar, hay que verlo en acción para entender exactamente cómo funciona, lo divertido que puede ser manejarlo y las nauseas que puede inducir al piloto.
Inspirados por algunos de los exóticos vehículos que pueden encontrarse en la saga Star Wars, estos estudiantes australianos crearon EDWARD, un vehículo eléctrico con dos ruedas gigantes que contienen al piloto en un marco que puede moverse junto a las ruedas o quedarse estático con ayuda de un freno de mano. Asistido de un sistema de estabilidad lateral dinámico, evita cualquier tipo de vuelcos al maniobrar con velocidad o frenar bruscamente, lo que a la vez permite hacer pruebas impresionantes como manejar de cabeza.
EDWARD tiene una velocidad máxima de 40 kilómetros por hora y se utiliza un control de mando, similar al que uno utilizaría para jugar un simulador de aviación. Es necesario un control de este tipo porque también es capaz de girar en el lugar, sin la necesidad de estar andando. Han trabajado mucho para poder alcanzar la precisión necesaria para controlarlo y, mientras que el diseño mecánico fue terminado en 2009, no pudieron terminar los sistemas de control hasta el año pasado, cuando se filmó el vídeo que se puede ver en la parte superior.
Está claro que EDWARD, a diferencia de otros vehículos con dos ruedas, no está hecho para ser un medio de transporte. A pesar de su bajo consumo y su decente velocidad, no es un cómodo vehículo para hacer viajes, pero sí para divertirse o impresionar a otras personas. A pesar de no ser muy útil, es único y divertido, aspectos muy positivos a la hora de comercializarlo. De todos modos, por ahora sigue en desarrollo y no se ha hablado sobre su futuro.