La fotógrafa Irene Rudnyk cuenta con un perfil oficial en Instagram y un canal en YouTube donde suele compartir múltiples trucos y sugerencias sobre su oficio. Aparentemente, uno de los comentarios más repetidos en sus vídeos era contratar a editores de imágenes en el portal Fiverr, que ofrecen sus servicios por sumas insignificantes, incluso tan bajas como 25 centavos de dólar por imagen. Irene decidió ordenar tres ediciones de diferentes precios, hacer los retoques ella misma, y comparar los resultados.
En primer lugar, debemos reconocer que la competencia dentro de Fiverr es brutal. Esta «carrera al fondo» nos presenta ofertas extremadamente exageradas («¡Haré cualquier clase de edición en Photoshop que necesites!»), cargadas con imágenes de una calidad cuestionable en el mejor de los casos. Fiverr separa a estos editores en diferentes niveles, y algunos de ellos parecen tener una reputación bastante buena dentro de la plataforma.
Gracias a la magia de la Web, Irene pudo enviar una de sus imágenes a los editores y recibir las versiones retocadas en 48 horas. En total pagó tres trabajos: 25 centavos de dólar, 5 dólares, y 10 dólares. Los requerimientos de la fotógrafa fueron bastante lógicos: Un toque vibrante, cálido, la piel más limpia y los ojos brillantes, con una dosis extra de rojo en el cabello para igualar el fondo.
25 centavos
El retoque de 25 centavos me recuerda una versión del arte en los libros de la saga Millennium de Stieg Larsson, y es tan malo que lo único en lo que podemos pensar, es en trolling. Irene fue trolleada aquí, y además pagó por ello.
5 dólares
Al pasar a la edición de 5 dólares, Irene destacó que la imagen es efectivamente más vibrante, que la piel de la modelo es «perfecta» (léase «demasiado perfecta»), y que los ojos son más brillantes, pero el resultado final no cierra. De hecho, el editor convirtió a esa chica en una Fremen.
10 dólares
Finalmente, la edición de 10 dólares entregó una imagen con mayor calidez, el pelo más rojo y piel más clara, pero en el proceso arruinaron su tono. El cambio en los ojos hace que la modelo se parezca a una Goa’uld, o a uno de estos nuevos vampiros que no arden bajo el Sol. (?)
La edición de Irene
Irene terminó inclinándose en favor de la edición de cinco dólares, tal vez porque fue la menos agresiva de todas, pero sin lugar a dudas prefiere hacer sus propios retoques, tal y como podemos apreciar en la última imágen. ¿En lo personal? Me quedo con la imagen sin editar, o aplicando apenas una pizca de brillo, contraste y saturación. Menos es más.