Hace un tiempo hablé sobre las casas más pequeñas del mundo, y al juzgar por la respuesta que generó el artículo, la idea de una casa ultra-compacta y personal definitivamente no es para todos. Aún así, surgen proyectos que buscan desafiar el concepto tradicional de hogar, como por ejemplo Ecocapsule, que posee paneles solares integrados y una turbina de viento, un combo que debería garantizar cierta independencia en materia energética.
El concepto de «campamento» varía con cada persona. Para algunos es un simple entretenimiento, para otros, un estilo de vida. También puede ser parte de un trabajo, o la única alternativa disponible. Otra posibilidad es que el campamento sirva como trampolín que lleve a vivir apartado de las grandes ciudades, u «off-grid», como prefieren decir al otro lado del charco. La opción más reconocible es la caravana (léase trailer, casa rodante o casa móvil), pero con el tiempo ha aparecido una nueva generación de arquitectos e ingenieros que desean implementar otras soluciones, sin depender tanto de combustibles fósiles y otros recursos no renovables.
Esto último nos traslada hacia Bratislava, en donde se desarrolla la Ecocapsule. 2.55 metros de alto, 4.45 metros de largo y 2.25 metros de ancho establecen las dimensiones de esta cápsula que se asemeja a un huevo, y que posee paneles solares en la parte superior. El conjunto de paneles genera aproximadamente 600 vatios de potencia, los cuales se añaden a los 750 vatios de la turbina de viento, y ambos sistemas mantienen cargada a una red de baterías. El diseño «Mork y Mindy» está directamente asociado a la recolección de agua y rocío. Cada Ecocapsule viene equipada con filtros que transforman a esas fuentes alternativas en agua segura, lista para beber y ducharse. Dicho sea de paso, la Ecocapsule tiene un baño con una ducha, aunque el inodoro es «de compostaje».
De acuerdo a la página oficial, el precio de la Ecocapsule será anunciado durante el último trimestre de este año. Con un peso de 1.500 kilogramos, enviar la Ecocapsule a diferentes regiones del globo es un desafío en sí mismo. Otro dato curioso surge en la diferencia de los envíos: Mover una Ecocapsule de Bratislava a New York cuesta 2.200 euros, pero enviar una a Buenos Aires sale 1.800 euros, y a Melbourne 1.500. Imagino que muchos ya deben haber descartado a la Ecocapsule como opción para vivir, pero es probable que se adapte mejor al rol de estación científica, o por qué no, como un reemplazo de muy alta tecnología para una carpa. Si alguien está interesado en una «edición caravana» de la Ecocapsule, deberá esperar hasta 2016.
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