Los vehículos eléctricos son el futuro, eso está claro. Sin embargo, aún no se ha encontrado la mejor manera de recargarlos, sin tener que enchufarlos a una fuente de electricidad cada vez que se estaciona. Una de las ideas más populares es hacer que el mismo camino recargue el coche, pero hasta ahora solo se han visto interesantes prototipos. A estos se le suma el e-Quickie, un simpático coche de carreras que carga electricidad del suelo mismo y es capaz de alcanzar los 50 kilómetros por hora con un motor de 2 Kilowatts.
A lo largo de los años hemos escuchado muchas ideas para mantener los vehículos eléctricos recargados. Una de las ideas más populares es cargarlos con la carretera misma, pero hasta ahora no se ha hecho una demostración que pruebe ser tan eficaz como se busca. Ahora, catorce estudiantes alemanes en la Universidad de Karlsruhe han creado un coche que se carga mediante transmisión de energía inalámbrica.
Pero lo interesante del denominado e-Quickie, es que no utiliza una batería para arrancar, sino que solo es necesario apoyar los conductores de energía sobre el suelo. Por supuesto no es un suelo cualquiera, sino que hay ciertas vías que transmiten energía constantemente. Unos receptores ubicados debajo del coche toman la energía de las vías a través de inducción eléctrica y luego la dirigen hacia núcleo eléctrico del coche.
Y como su funcionamiento, el diseño del coche está lejos de lo tradicional. Tiene tres ruedas y todos los aspectos fueron diseñados por los estudiantes. El e-Quickie fue fabricado utilizando fibra de carbono para que sea liviano y aerodinámico, y el resultado fue positivo, ya que pesa 60 kilogramos. Sin embargo, el objetivo es disminuirlo aún más hasta los 40 kilos, algo que los estudiantes pueden hacer sin problemas. Finalmente, utiliza un motor de 2 Kilowatts, pero aún así es capaz de alcanzar los 50 kilómetros por hora de velocidad.
El e-Quickie utiliza baterías, pero no depende de ellas, sino que es un complemento, por eso son mucho más pequeñas que en un coche eléctrico tradicional. Visto así, este vehículo parece bastante incómodo de manejar, pero por supuesto es un excelente experimento para seguir avanzando en la recarga inalámbrica de coches eléctricos. A principios de este año, llevaron el e-Quickie a dar unas vueltas y lograron hacer 40 vueltas en la pista recargable, con un total de 222 metros. Habrá que ver cómo les va cuando lo hagan pesar 20 kilogramos menos.
