Dyskograf: Música a través de dibujos

Muchos de nuestros lectores probablemente recuerden algunos viejos ejemplos de pianolas que reproducen música a través de tarjetas perforadas. De más está decirlo, ese método de reproducción ha sido completamente desplazado en favor de otras tecnologías, pero tiene una especie de regreso a través del proyecto Dyskograf. Los responsables de Dyskograf buscan restaurar el lugar de los “accidentes” a la hora de crear música, utilizando un proceso más que artesanal: Un disco en blanco, y un rotulador.

En algunos casos, eran tarjetas repletas de agujeros, cuyo concepto sería heredado por los ordenadores de antaño. En otros eran tubos, una derivación provenientes de las primeras cajas de música a principios de la década del 1800. Era sin lugar a dudas dos formas de “automatizar” la creación de música, pero detrás de cada tarjeta y cada tubo, existieron muchas personas probando combinaciones, y por supuesto, cometiendo errores. En estos días, la tecnología ha simplificado en gran medida la creación de música. De hecho, es tan sencillo hacerla que no faltan quienes deciden negarle esa condición. ¿Qué es lo que hace “música” a la música? Hablar de “calidad” sería algo demasiado subjetivo. Para los responsables del proyecto Dyskograf, uno de los factores es el contacto.

A simple vista, Dyskograf no parece ser otra cosa más que un tocadiscos, sin embargo, sus diferencias con el tradicional dispositivo son más amplias. En vez de reproducir discos de vinilo, Dyskograf utiliza discos de papel, sobre los que el compositor de turno debe “dibujar” la música con un rotulador, generando diferentes patrones. Los bucles son la esencia de cada reproducción, y sus patrones son recogidos por una cámara colocada en la punta del brazo, reemplazando a la aguja. La interpretación de cada disco cae en las manos de un software especial, y debido a la intervención directa del compositor sobre cada disco, probablemente sea muy complicado desarrollar dos melodías iguales.

Por un momento, el Dyskograf me hizo recordar al compositor de ringtones que había en los viejos Sony Ericsson, aunque buscando un ejemplo un poco más “moderno” y completo, viene a mi mente el tenori-on japonés. Los autores reportados en la página oficial del Dyskograf son Jesse Lucas, Erwan Raguenes y Yro. Por lo que hemos podido apreciar, no parece haber límites sobre la clase de “dibujos” que el software puede convertir a música. Dyskograf es una mezcla entre analógico y digital muy curiosa, que rompe con el estándar establecido de múltiples pistas, efectos saturados y post-procesamiento.