Desde que el hombre inventó la rueda, la humanidad buscó la manera de utilizarla para construir medios de transporte más o menos novedosos. Uno de los más extraños es el denominado Dynasphere, un engendro de extraña apariencia en el que los pasajeros viajan en el interior de la única rueda. Presentado en 1932 y probado en las playas de Weston Super Mare, en Inglaterra, llamó inmediatamente la atención de todos los que lo vieron. Sin embargo, y por obvias razones de seguridad, nunca se convirtió en un producto comercial. ¡No te pierdas el vídeo!
El Dynasphere es uno de los vehículos más llamativos que nunca se haya construido. La rueda, uno de los inventos más revolucionarios de la historia, se ha aplicado a un sinnúmero de vehículos diferentes, aunque casi siempre colocadas en el extremo de un eje para permitir al aparato desplazarse. Pero en el caso del Dynosphere todo cambia. No hay ejes, ni chasis, ni nada de lo que esperas encontrar en un coche o vehículo montado sobre ruedas. Aquí la rueda es el coche, y el conductor junto al eventual pasajero se encuentran sentados dentro de un gigantesco neumático. Un sistema de rodamientos se encarga de transmitir la potencia del motor a la rueda a la vez que, gracias a su bajo centro de gravedad, evita que el “habitáculo” ruede junto con la rueda.
A la hora de girar basta con desplazar el centro de gravedad hacia uno de los lados mediante el volante. Cuando esto ocurre, el Dynasphere cambia la dirección en la que se desplaza hacia el lado correspondiente. Dado que la parte exterior de la rueda es curva no pierde tracción durante el giro. El conductor puede ver hacia el exterior gracias a que la cubierta de esta extraña rueda está construida como si fuese una red rígida.
El invento data de 1932 y fue construido en Inglaterra por JH Purves. Podía alcanzar los 48 kilómetros por hora y fue probado en las playas de Weston Super Mare. No hay que ser un genio para darse cuenta que cualquier desperfecto mecánico que “acople” el habitáculo a la parte exterior de la rueda automáticamente convertiría el Dynasphere en una especie de máquina centrífuga que haría pasar un muy mal rato a sus ocupantes. Nunca se convirtió en un vehículo fabricado en serie, aunque cada tanto algún aficionado construye algo parecido en su garaje. ¿Lo conocías?