El mundo de los juegos masivos de rol en línea es uno al que todos quieren ingresar, pero que en realidad sólo unos pocos tienen el privilegio de hacerlo. Por un lado tenemos la cuestión del costo, ya que la mayoría de los juegos en línea demandan una cuota mensual. Por otro lado está el tiempo, porque deberás renunciar a eso que dices llamar "vida social" para jugarlo como debes. La gente de Turbine eliminó el primer inconveniente al permitir que el mundo entero pueda jugar a Dungeons & Dragons Online de forma gratuita. Obviamente, el modo gratuito posee algunas limitaciones, pero eso no altera el hecho de que pasamos a estar "del otro lado de la cerca", corriendo y luchando en un espectacular mundo virtual. El resto, bueno, depende de qué tan rápido puedan dejar de lado a novios, novias, amigos y/o familiares cercanos…
Recuerdo a la perfección el momento en el que Max me envió el correo electrónico con la gran noticia: Dungeons & Dragons Online iba a ser gratuito. Fueron para mí unos veinte segundos de trance en los que recordé mis limitadas experiencias con el D&D "puro y duro" de dados y papel, pero principalmente recordé cuando entré en contacto con esa maravilla de los juegos de rol llamada Neverwinter Nights. Aquel juego estaba basado en las reglas D&D 3.0, y sencillamente no puedo recordar la cantidad de veces que lo he terminado. Cuando ya no fue suficiente, seguí con las dos expansiones oficiales. Y cuando eso tampoco fue suficiente, busqué más aventuras entre los módulos hechos por los jugadores. Entre la multitud he encontrado joyas de una calidad extraordinaria, y recuerdo con mucho placer cada minuto que he pasado entre drows y arañas gigantes que arrojaban ácido.
Max es más "hard-core" en D&D. Sus andanzas en la saga Baldur’s Gate superan lo legendario, al igual que sus sesiones arrojando dados. Ambos insultamos a cada deidad conocida cuando vimos lo que Obsidian hizo con la segunda parte de Neverwinter Nights, pero con la versión gratuita en línea de Dungeons & Dragons las cosas tenían que ser mejor. Y lo fueron. Además de esperar a que la versión gratis fuera habilitada, el hecho de tener que esperar a los casi cuatro gigabytes de descarga (a través de un cliente Pando que probablemente necesite algunos puertos abiertos en el router, en caso de que poseas uno) que representan la versión con texturas de alta resolución no ayudaron a mantener a raya nuestra desesperación. Instalación, apertura de puertos, y a jugar. Desde el comienzo se pueden notar algunos detalles, como por ejemplo, que el juego en línea se basa en Eberron mientras que la mayoría de los juegos de D&D en ordenador se basan en Faerûn (salvo Dragonshard, también en Eberron, y Temple of Elemental Evil, que se basa en Greyhawk). Claro que eso no afecta la mecánica de la creación del personaje, uno de los mejores puntos en el juego. Varios tipos de personajes ya vienen predefinidos, pero no hay nada mejor como asignar las habilidades manualmente. Sólo ten en cuenta que cuando ingreses a uno de los servidores, el personaje no estará disponible en otros a menos que solicites una transferencia, procedimiento complicado que hasta donde hemos visto, requiere una tarjeta de crédito.
En este punto es en donde se comienzan a ver las verdaderas diferencias entre Dungeons & Dragons Online y otros títulos en línea como World of Warcraft. Mientras que en WoW uno debe pagar mensualmente para obtener acceso, DDO presenta un acceso limitado pero suficiente como para comenzar a jugar sin dejar un solo centavo en el camino. Una de las primeras restricciones puede ser vista a la hora de crear un monje. Tanto el monje como el Alma Favorecida son clases que deben ser compradas por separado, mientras que a nivel de razas sucede lo mismo con los drow y los Warforged. Sólo las cuentas VIP tienen acceso a estas razas y clases sin restricciones, pero si tienen paciencia y acumulan los suficientes puntos podrán acceder a estas cosas y otros tantos items sin gastar una moneda. Limitaciones similares existen a la hora de subir de nivel. Un jugador con una cuenta gratis puede alcanzar el nivel 20, pero deberá realizar suficientes misiones como para recibir "Sigils" que elevarán el tope en cuatro niveles. Cinco de estos Sigils permitirán el acceso al nivel 20. Aventuras adicionales e items especiales pueden ser comprados en el DDO Store. La paciencia y la posibilidad de repetir las aventuras en niveles mayores de dificultad hace que podamos evitar algunas de estas compras, por lo que un jugador que accede de forma gratuita debería concentrarse en las aventuras a la hora de comprar.
El juego está basado en D&D 3.5, pero ha tenido varias modificaciones. Puede que la más importante sea la inclusión de "rangos" entre nivel y nivel. El jugador debe ascender de rango, y al llegar al quinto, sube de nivel. Esto existe para que la estadía en el juego sea más prolongada, de lo contrario ya tendríamos un personaje de nivel 8 o 9 con apenas dos o tres horas de partida, algo completamente incoherente en el mundo D&D. Algunos conjuros no existen y otros han sido ligeramente cambiados, en parte por la línea de Eberron y en parte para no arruinar o complicar la experiencia dentro del juego. Un clásico combo que me gustaba realizar en Neverwinter Nights era Oscuridad/Ultravisión, pero en DDO no hay nada que se parezca ni al primero ni al segundo. En cambio, podemos encontrar a clásicos como Misil Mágico e Invocar Monstruo, invaluables para quien decida crear un personaje mágico.
Gráficamente, el juego está a la altura de las circunstancias. Los efectos de los conjuros y el agua son más que aceptables. Tal vez la física no sea la mejor que hayamos visto hasta ahora, pero una física más compleja se traduciría en mayores requerimientos y probablemente una mayor latencia en el juego. Los únicos problemas técnicos que hemos experimentado fue que en algunos casos debimos abrir determinados puertos en el router, pero no encontramos nada más allá de eso. El juego es actualizado de forma periódica, ya sea para corregir bugs o para agregar más material. Los tiempos en los que los servidores se encuentran fuera de línea son informados con debida anticipación, por lo que recomendamos prestar especial atención a los anuncios que aparecen en el lanzador del juego.
A pesar de las limitaciones que pueda imponer una cuenta gratuita, DDO es excelente para un solo jugador, pero la emoción se multiplica cuando te encuentras con un par de amigos y comienzas a realizar misiones en un nivel mayor de dificultad, aumentando la experiencia y la calidad del botín obtenido. A los primeros combates que hemos tenido Max y yo en DDO se nos unió un gran amigo al cual Max catalogó como "el mejor Rogue que puedas llegar a encontrar". Es curioso, porque decidió comenzar a jugar con un Ranger a pesar de la promoción previa, pero la combinación entre Ranger, Bárbaro (Max), y Hechicero (yo) funcionó muy bien. Max barriendo con su hacha todo lo que se moviera, nuestro amigo Ranger con una precisión mortal, y yo en el fondo dando soporte con Misiles Mágicos y un perro celestial invocado que se comía todo lo que encontraba, literalmente.
En resumen, se ve genial, se juega genial, es Dungeons & Dragons, y lo más fabuloso de todo, es gratuito. Varias de las limitaciones pueden superarse con tiempo de juego, lo que lo hace aún más interesante, pero si decides realizar un pago, no es necesario que debas dar el salto a una suscripción mensual con una cuenta VIP. El acceso Premium ya libera muchas cosas, y estamos hablando de aproximadamente un pago único de €13. Además, se siguen agregando aventuras, como el reciente pack Sorrowdusk, del cual hemos colgado el vídeo más arriba. Están todos invitados a Dungeons & Dragons Online, y también los invitamos a que traten de encontrarnos en alguna noche perdida dentro del servidor Argonnessen, siempre y cuando puedan distinguir entre todos los usuarios a un bárbaro, un ranger y un hechicero acompañado por un perro que tiene pocas pulgas y mucha hambre…