Por supuesto, en NeoTeo no aprobamos el uso de drogas recreacionales. Hacerlo, sería apología del delito… Pero esto nos llamó tanto la atención que teníamos que ponerlo.
Increíble como avanza la ciencia, sí. Pero más increíble es hacia las direcciones que avanza. Es que existe un proceso, conocido como binaural beats (algo así como tonos para ambos oídos), que sirve para alterar la conciencia. Este proceso fue concebido por un tal Heinrich Wilhelm Dove, en 1839, y desde entonces se cree que estimula el cerebro, creando los más diversos efectos en nuestra percepción.
El método se basa en reproducir dos sonidos muy parecidos. La única diferencia entre ambos sonidos son las frecuencias, y eso se supone crea un estado de percepción alterada. ¿Por qué? El cerebro, según la teoría de Heinrich Wilhelm Dove, produce un fenómeno similar internamente. En conclusión, dependiendo de los sonidos y las frecuencias usadas en este método, se podrían producir diferentes estados simulados de percepción. Esto se conoce como “sincronización de las ondas cerebrales”.
Los que estudian este fenómeno son, en su mayoría, neurocientíficos que buscan investigar el sentido de la audición. Sin embargo, ya existen aquellos que lograron “sintetizar” los ritmos binaurales, para recrear el efecto de ciertas drogas.
I-Doser es el primer programa de este tipo del que tenemos conocimiento. Desde el FAQ del sitio oficial, se lee: “Usando métodos científicos, probados y seguros de sincronización de tus ondas cerebrales, se crea un estado de estímulo a través del uso de nuestros CD de audio, o nuestra aplicación I-Doser, junto a un par de auriculares de buena calidad. Nuestro proceso binaural ha sido refinado con años de investigación y desarrollo. Con miles de usuarios satisfechos, los CD de audio y la aplicación para ordenador de I-Doser continúa liderando la industria como la única manera segura y efectiva de alcanzar estados simulados.”
Bien, lo que I-Doser vende, en resumidas cuentas, son recreaciones auditivas de drogas que prometen cumplir con el mismo efecto de la droga en cuestión, pero de manera -supuestamente- más segura. Entre las sustancias sonoras que I-Doser ofrece, podemos encontrar cocaína, marihuana, polvo de ángel, morfina, metanfetamina, éxtasi y heroína, entre otras.
¿Interesante? Bueno, no tanto. La aplicación para ordenador de I-Doser, que se puede descargar de forma gratuita desde el sitio oficial e incluye dos dosis de prueba, tiene una limitación. Cuando escuchas una dosis, esta automáticamente se borra del sistema. Por lo que si quieres otra, debes pagar. El viejo: “El primero te lo regalo, el segundo te lo vendo”. Las dosis van desde los 2.25 dólares (unos 1.7 euros) hasta 9 dólares (7 euros) por packs temáticos. Por ejemplo, el pack sexual con 9 dosis (Excite, Extend y Extasi) sale unos 6.5 dólares (5 euros).
Dejando de lado lo lícito que puedan resultar este tipo de programas (si es que funcionan), lo realmente aberrante es que se lucre con una adicción. Si los efectos que prometen son ciertos, un programa así puede generar dependencia psicológica, y se estaría lucrando con una adicción. Es lo mismo que hacen los traficantes con las drogas reales. ¿Dealers virtuales? Si no es así, no estamos muy lejos de que eso suceda.
En NeoTeo no te recomendamos el uso de estas sustancias psicodélicas. Nuestra función es, simplemente, informar. Pero si te encuentras inclinado a probar, podrías hacerlo con esta otra aplicación (SBaGen), que es freeware, no intenta lucrar, ni ofrece “gustos ilícitos”.