La tecnología existe para hacer de nuestras vidas algo mejor (salvo que seas un Neoludita). Pero no solo se trata de inventar una TV con más pulgadas que la anterior o una conexión a Internet más rápida. La tecnología, junto con la imaginación de inspirados tecno-artistas, también puede aportar cacharros como la Dreamachine. La Máquina del Sueño (más o menos su traducción) es un dispositivo de parpadeo estroboscópico, un estimulador visual capaz de producir alucinaciones similares a las producidas por algunas drogas. Y, como de alguna manera nos hemos transformado en dealers virtuales, aquí te explicamos cómo hacer una para así comenzar tu “viaje iniciático”.
Existe toda una variedad de dispositivos destinados a inducir, en nuestros pobres y adictos cerebrillos, estados que -salvando las distancias- se parecen bastante a las alucinaciones que producen algunas drogas. Algunos funcionan mediante el sonido, como los ritmos binaurales, o mediante la luz, como la ya comentada máquina de los sueños lúcidos. Y, justamente, esta es la variante que utiliza el Dreamachine, una especie de lámpara de pie creada por el artista Brion Gysin y el científico Ian Sommerville.
LSD tecnológico
Los creadores aseguran que, para crear el extraño aparato, se inspiraron en lectura del libro The Living Brain (El Cerebro Viviente), de William Gray Walter (aunque es posible que también se hayan fumado alguna cosilla). Como sea, se trata del primer objeto creado para ser contemplado con los ojos cerrados, cuyo primer modelo data de la década del 60 (¿alguien lo dudaba?). Desde entonces, muchos investigadores han realizado modificaciones sobre el diseño original de esta “máquina”. Pero, en su forma original, es un dispositivo sencillo.
Básicamente se trata de un cilindro con aberturas cortadas en los lados. Este cilindro se coloca sobre una base circular, que puede rotar a velocidades de entre 45 y 78 revoluciones por minuto. La luz que emite proviene de una bombilla común, que se suspende en el centro del cilindro. La relación entre el número de agujeros y la velocidad de rotación, permite que la luz pulse a una frecuencia constante, de entre 8 y 13 pulsos por segundo. Este no es un valor elegido al azar, si no que se trata de la gama de frecuencias que se corresponde con las ondas alfa, las oscilaciones eléctricas presentes en un cerebro humano normal mientras está relajado.
Estos pulsos de luz (a menudo) producen en las personas lo que se conoce como una alucinación hipnogógica. Se trata de un tipo de alucinación visual (aunque las hay auditivas o táctiles) similares a las que tienen lugar poco antes del inicio del sueño. La palabra hipnogógica denomina al estado mental existente entre la vigilia y el sueño. La Dreamachine puede, de forma “artificial”, poner al cerebro en un estado idéntico al de las fases 3 y 4 del sueño profundo no REM. En esas condiciones, el cuerpo se “desconecta” del cerebro y sólo funcionan los músculos de los ojos, el corazón, el cerebro y la respiración. A menudo, las personas creen que se encuentran despiertas y que están viendo o escuchando lo que ocurre a su alrededor, pero en realidad los sentidos no están funcionando: es el cerebro el que crea dichos estímulos.
No culpes a los ET
Este tipo alucinación ha llevado a mucha gente a creer que está sufriendo una experiencia paranormal, incluso que han sido violados por una sonda extraterrestre. Pero, en realidad, es un estado al que se puede “entrar” con algo de práctica, o con la ayuda de un dispositivo como la Dreamachine. En caso de que lo primero no te resulte posible, y si eres valiente, puedes construir tu propia “máquina de las alucinaciones”.
Dada la velocidad de giro requerida, puede utilizarse una vieja bandeja de tocadiscos como base para el cilindro. La única complicación que le vemos a la fabricación de la Dreamachine, son las perforaciones en el cilindro. Pero, si solo quieres probar el efecto, con un tubo de cartón alcanza. No quedará muy bonito ni decorativo, pero cumplirá su función. En el sitio oficial de Brion Gysin puedes descargar los planos, para mayor entendimiento.
Si aún crees que es demasiado trabajo, solo para hacer una prueba, puedes arrastrar tu ordenador cerca de la almohada y dirigir tu navegador a esta dirección. Verás que se trata de una página, cuya apariencia parece decir a los gritos “odio los gráficos, amo el minimalismo”, que permite seleccionar el color y la frecuencia de parpadeo de la ventana. Si pones tu navegador a pantalla completa y le das a la opción “Start”, verás algo muy parecido a lo que puede mostrar una Dreamachine “de verdad”. Recuerda. Tus ojos deben estar cerrados.
Y… ¡SI ERES EPILEPTICO, NI LO INTENTES!