Videojuegos e inteligencias artificiales. No es la primera vez que cruzan espadas, y definitivamente no será la última. De hecho, nuestro interés por ver a diferentes motores triunfando en juegos populares es cada vez más grande, en especial cuando involucra a títulos utilizados en e-sports. Hoy es el turno del inagotable DotA 2, que sirvió como plataforma para enfrentar a OpenAI (iniciativa fundada por Elon Musk y Sam Altman) con un grupo formado por jugadores de alto nivel. La única partida que perdió OpenAI fue bajo parámetros muy desfavorables, mientras que en el resto, bueno… básicamente sacó la basura a la calle.
Los responsables de la inteligencia artificial Deep-Q decidieron entrenar a su criatura con juegos de la consola Atari 2600, y una vez que conquistó a los principales títulos, pasaron a la pesadilla del Montezuma’s Revenge, que demandó un proceso de aprendizaje mucho más elaborado. En el Instituto de Tecnología de Israel, alguien decidió que era una buena idea dejar a su inteligencia artificial entrenando con el Mortal Kombat. En la Universidad de Tübingen, el Mario AI Project le permitió a la mascota de Nintendo aprender a jugar su propio juego. Independientemente del género o la plataforma, lo cierto es que las inteligencias artificiales juegan cada vez más rápido y duro. A veces sufren tropiezos importantes, como le sucedió a Facebook en un torneo de StarCraft, pero cuentan con algunas ventajas que son en verdad escalofriantes. Sin ir más lejos, mientras un jugador humano come y duerme, una inteligencia artificial puede acumular años de experiencia a través de combates simulados.
El caso de OpenAI ha recibido mucha atención tras derrotar a un grupo de jugadores que fueron parte del circuito profesional (o sea, no son un equipo Tier 1 en actividad, pero se defienden bastante bien) en una exhibición de DotA 2 al mejor de tres encuentros. El año pasado, OpenAI ni siquiera podía jugar una partida completa de DotA 2, y su «experiencia» se limitaba a un solo héroe (Shadow Fiend). La nueva versión, bautizada OpenAI Five, ya puede participar de partidas cinco-contra-cinco con 18 héroes diferentes, a los cuales elige tomando como referencia a la formación de sus oponentes. OpenAI logró anquilar al equipo humano relativamente rápido, consumiendo menos de media hora en ambas ocasiones. Como si eso fuera poco, OpenAI tuvo tiempo para un poco de ataque verbal, diciendo al principio de una partida que sus probabilidades de ganar eran superiores al 95 por ciento. Ouch.
Con el 2-0 asegurado, los organizadores decidieron colocar a OpenAI en una situación complicada, y tanto el público presente como el chat en Twitch escogieron un equipo definitivamente malo para la inteligencia artificial. ¿Resultado? OpenAI declaró que sus posibilidades de vencer habían bajado al 2.9 por ciento, y más allá de una heroica defensa, la última partida quedó en manos del equipo humano. Si deseas ver toda la acción de OpenAI puedes acceder a las cinco horas de stream en Twitch haciendo clic aquí, y su próxima actividad será en nada menos que el International de Vancouver a fin de mes.