Un evento sin precedentes pudo ser detectado sobre el cielo siberiano, a unos 790 kilómetros sobre la Tierra, el pasado Martes 10 de febrero. Un satélite comercial de la red Iridium y un satélite ruso fuera de operación chocaron entre sí. Todo un hito histórico en la historia del espacio: la primera colisión espacial entre dos objetos creados por el hombre. Tarde o temprano tenía que suceder.
Si uno se pone a pensar la cantidad de basura que hay flotando sobre nuestras cabezas, unida a la ingente cantidad de satélites que orbitan la Tierra (muchos de ellos ya difuntos), lo cierto es que la noticia no debería sorprendernos. Lo sorprendente es que no hubiera sucedido antes. Es que el pasado Martes 10 de Febrero, un satélite comercial Iridium y Cosmos 2251, un satélite ruso presuntamente muerto, colisionaron sobre Siberia, a unos 790 kilómetros de la Tierra, creando una nube de restos que hoy forma parte de toda la mugre espacial que nos rodea. Según las fuentes, la Estación Espacial Internacional no corre peligro, aunque no ha trascendido si los restos podrían poner en riesgo alguno de los otros tantos satélites que orbitan la Tierra.
"Los satélites colisionaron a una altitud de 790 kilómetros sobre la parte norte de Siberia, el pasado Martes, al mediodía hora de Washington.”, dijo Nicholas Johnson, el jefe científico de la NASA. “La red de vigilancia de Estados Unidos ha detectado una gran nube de escombros proveniente de ambos objetos”, concluyó. Los radares actualmente detectan 600 restos de considerable tamaño, pero “tomará algunos días hacernos una foto sólida de cómo luce este campo de escombros (…) pero hemos de creer que la mayoría de estos escombros seguirá en la línea de sus órbitas originales.”
¿Quién tuvo la culpa? “Chocaron uno contra otro. Nada tiene derecho de paso allí arriba. No tenemos un control de tráfico aéreo en el espacio. No hay una forma universal de saber qué viene en tu dirección.” Digan lo que digan, todos culpan al satélite Cosmos 2251, un satélite de comunicaciones lanzado en 1993 por los rusos, que fue dado por muerto hace 10 años.
Sin embargo, el satélite Iridium (que formaba parte de una constelación de 66 otros satélites) tampoco tiene carnet de buena conducta. Desde 1997 a la actualidad muchos de ellos han fallado. En un comunicado de prensa, Iridium dijo que este evento no tendrá un impacto en el servicio (Telefonía Satelital Móvil con cobertura global), pero que la compañía está tomando acciones inmediatas para subsanar la pérdida. En el mismo parte de prensa, la empresa se lava las manos colosalmente. “La constelación Iridium es saludable, y este evento no es el resultado de un defecto por parte de Iridium o su tecnología.”
A corto plazo, los escombros resultantes no significan un riesgo para la ISS, pero a largo plazo es difícil decirlo. “Sucede que cuando tienes una colisión como esta, los escombros son propulsados energéticamente tanto a órbitas bajas como a órbitas altas. Algunos de los restos ya se encuentran en la altitud de la de Estación Espacial. Pero la mayoría no, y otra gran parte todavía está apiñada en el lugar del evento. Pero sí, una parte está a la altura de la estación.”, dijo Johnson. Sin embargo, las evaluaciones de riesgo dieron que el peligro es mínimo y que, eventualmente, todos los restos se quemarán en la atmósfera de la Tierra. Por las dudas, durante los próximos años, sal con tu paraguas preferido.