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Dos rusos quieren construir la Torre Wardenclyffe de Tesla

Tanto la sociedad como la prensa de la época criticó con dureza a Nikola Tesla por su Torre Wardenclyffe, pero tal vez su visión de un sistema de transmisión inalámbrica de energía estaba simplemente adelantada a su tiempo. Ahora, un equipo de físicos rusos quiere reproducir el experimento antes de fin de año, y busca apoyo financiero a través del crowdfunding.

Entiendo que la idea haya sido muy difícil de asimilar en aquel entonces. La humanidad apenas estaba aprendiendo a volar, y este genio ya planeaba distribuir energía a todo el globo sin usar cables. Para muchos, no era más que un científico loco, típica clasificación de los ignorantes ante una mente sin dudas superior. Si estaba tan loco como creían, ¿por qué sus ideas siguen quitándole el sueño a físicos e ingenieros? La humanidad consume cada vez más energía, y aunque han habido algunos avances en materia de generación, la distribución no deja de ser un problema. Después de todo, hasta un panel solar instalado en el techo de una casa necesita cables. Tesla habló casi toda su vida científica sobre la transmisión inalámbrica de energía. En ese entonces, pocos escucharon.

Hoy, tenemos a dos físicos rusos, Sergei y Leonid Plekhanov. Ambos pasaron los últimos cinco años analizando todas las notas y patentes de Tesla sobre su sistema de transmisión, y han llegado a la conclusión de que su concepto es viable si se aplica tecnología moderna y métodos avanzados de construcción. En teoría, la humanidad tiene la capacidad de generar toda la energía que necesita: Una instalación solar de cien mil kilómetros cuadrados sería suficiente para cubrir la demanda, sin embargo, se necesita algo como la Torre Wardenclyffe de Tesla en el esquema de distribución. Los físicos rusos están listos para construir su prototipo, treinta veces más liviano que la torre original, y con una bobina de veinte metros de largo.

Claro que… necesitan dinero. Mucho, a decir verdad. Los físicos llevaron su plan a Indiegogo, buscando nada menos que 800 mil dólares. Con 21 días por delante, solamente han recaudado poco más de 22 mil. Debo admitir que estoy un poco molesto. Si algo como la consola Ouya, que terminó siendo un fracaso espectacular, recibió más de ocho millones y medio de dólares en Kickstarter, la intención de probar si la torre de Tesla funciona debería recibir billetes de inmediato, fundamentalmente de aquellos con ciertas “ventajas” en lo financiero. En la campaña nombran a Elon Musk y Richard Branson. ¿Tal vez puedan dar una mano…?

Escrito por Lisandro Pardo

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