Quieres cortar vídeos. Eso significa que no quieres pelear con códecs, ni licencias, ni interfaces diabólicas, ni formatos extraños. El plan es marcar un vídeo del punto A al punto B, y pasar la tijera sin sobresaltos. Las herramientas profesionales pueden hacer esto fácilmente, pero hoy vamos a ver dos aplicaciones gratuitas y portátiles, con una curva de aprendizaje muy agradable.
Cortar vídeos, volviendo a lo básico
El mundo profesional de la edición de vídeo tiene todas sus necesidades cubiertas, por lo tanto, nuestro interés apunta en la dirección del uso casual. Microsoft jamás logró restaurar la magia del Movie Maker (aunque también reconocemos que el «factor nostalgia» es poderoso), y sus alternativas suelen ser limitadas, o por el contrario, demasiado intimidantes con docenas de funciones integradas.
Dicho eso, regresemos a las bases. Supongamos que quieres cortar un vídeo. Sin efectos, sin fade-out ni trucos raros. Clip, clip, exportar. La tarea es sencilla, pero desde un punto de vista técnico arrastra más exigencias de lo que creemos, por la presencia de keyframes (detalles más adelante). Afortunadamente, los dos programas que mencionamos aquí hoy son muy compatibles, y no deberían causar dificultades al momento de pasar la tijera.
Simple Video Cutter
Simple Video Cutter no sólo es un excelente programa para cortar vídeos, sino que además su desarrollador se tomó la molestia de explicar el concepto de keyframe. Historia larga hecha corta, si cortamos entre keyframes podemos usar el modo lossless, mucho más rápido y dinámico. En cambio, un corte entre dos puntos específicos habilita un mayor control, pero nos obliga a recodificar. Simple Video Cutter es compatible con ambos modos: Un par de marcadores en el timeline, un clic en «Realizar el Corte» y una visita a la sección de tareas son todo lo que necesitamos para que el corte quede perfecto. ¿Su única dependencia? La descarga automática de FFmpeg (80 MB aprox.).
SharpCut
SharpCut es más sencillo que Simple Video Cutter, aunque no lo vemos como una debilidad. Por un lado, su interfaz no posee soporte para idioma español, y por el otro sólo parece realizar cortes entre keyframes, pero compensa con funciones de recodificación a MP4 o Matroska, captura individual de frames, y una herramienta para unir vídeos. Al mismo tiempo, no es necesario descargar nada para que funcione, y ya trae todas sus dependencias de fábrica. El plugin Media Player funciona como preview, y en lo personal me gustaría ver un poco de documentación adicional, pero SharpCut corta vídeos, y los corta bien.
En resumen
Cortar vídeos no tiene por qué ser un dolor de cabeza, ni demandar una suma excesiva de dinero. Con estas herramientas, todo lo que deberás invertir es tiempo, y te garantizo que no serán más de unos pocos minutos. ¡Buena suerte!
