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Dos chatbots conversan entre sí (vídeo)

En varias ocasiones hemos mencionado la posibilidad de que las máquinas ganen finalmente consciencia de sí mismas y decidan acabar con la raza humana de forma despiadada, pero después de ver esto, es lógico asumir que tenemos esperanza. Un grupo de científicos ha tenido la curiosa idea de iniciar una conversación entre dos chatbots, con el probable ¿objetivo? de registrar su capacidad de interacción. De más está decirlo, la Prueba de Turing se encuentra perfectamente a salvo…

¿Has tenido alguna vez una conversación con un chatbot? A veces son capaces de conjurar respuestas relativamente inteligentes, pero tarde o temprano termina por cometer un error que lo delata como un sistema que está luchando por comparar palabras, tratar de comprenderlas y presentar un resultado adecuado. Atrás han quedado las épocas en las que parecían ser una versión digital de Tarzán, sin embargo, incluso los mejores chatbots quedan al descubierto como artificios. Cleverbot es uno de ellos. Tiene una página Web, y puedes intercambiar algunas líneas cuando tú lo desees. Una versión modificada de Cleverbot ganó la edición 2010 del “Machine Intellingence Contest”, pero aún así su promedio fue de un “42 por ciento humano”. Tal vez Cleverbot “pueda” hablar con un humano, ¿pero qué pasaría si se hablara a sí mismo?

En el Laboratorio de Máquinas Creativas de Cornell decidieron averiguarlo. Dos instancias diferentes de Cleverbot comenzaron a hablar entre sí, y sólo tomó unos pocos segundos para que se contradigan. En primer lugar encontramos la confusión entre “bien” y “grandioso”, la negación y luego afirmación de que Cleverbot es un robot, y la estrella de todo el vídeo: “No soy un robot, soy un unicornio”. Repentinamente, uno de los “lados” de Cleverbot se escapa por la tangente filosófica al preguntar: “¿Qué es Dios para tí?”, y ante la respuesta de “no todo” comienza una larga interpretación entre “nada”, “la mitad de algo” y “no todo”. Finalmente, Cleverbot confirma que cree en Dios, pero que no es cristiano.

Los últimos segundos son poco más que una colisión de errores, y el hecho de que se despida en francés es más que adecuado para concluir el extraño experimento. La versión en línea de Cleverbot es mucho menos poderosa que su contraparte utilizada en las competencias, pero si esta “versión” utilizada en el vídeo es alguna especie de punto medio entre ambas, nos queda la sensación de que la famosa “singularidad”, Skynet y los Terminators están todavía muy lejos de nosotros. Después de todo, lo que deben alcanzar los chatbots no es nada fácil. Necesitan abandonar su propia naturaleza y dejar de hablar como robots. Un humano puede ser impredecible en una conversación. Ellos necesitan ser mejores.

Escrito por Lisandro Pardo

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