in

GeekyGeeky

Dornier Do X: Un «bote volador» que apenas podía volar

El más grande y pesado del mundo en su época

Dornier Do X

Tomar un concepto, y hacerlo más grande. El siglo XX vivió y respiró aplicando esa estrategia, en algunos casos con resultados bastante buenos, y en otros… que es mejor olvidar. Cuando hablamos del bote volador Dornier Do X de 1929, la sensación es que se quedó a mitad de camino: Extremadamente popular con el público, este monstruo prometió revolucionar el transporte aéreo de pasajeros a pura fuerza bruta, con un total de doce motores sobre las alas, y un peso de 28 toneladas… sin incluir los 16.000 litros de combustible.


En 1905, la humanidad apenas podía fabricar aviones estables usando tela y esqueletos de metal. 25 años más tarde, ya estábamos haciendo hoteles voladores con 40 metros de largo, e interminables promesas de lujo, calidad, y largo alcance. Con eso en mente descubrimos al Dornier Do X, una criatura desarrollada por el diseñador franco-alemán Claude Dornier. La idea original para este avión se remonta a 1924, y con una inversión de 240 mil horas de trabajo, se volvió realidad en junio de 1929.


Dornier Do X: Una fortaleza para escapar a todos los límites

Un imán para el público, pero no alcanzó la misma popularidad a nivel comercial

La financiación para el Dornier Do X llegó a través del Ministerio de Transporte alemán, en un intento por evitar los límites fijados bajo el Tratado de Versalles. Su configuración estándar utilizaba un total de doce motores Bristol Jupiter con una potencia de 391 kW (o 525 caballos) cada uno, alimentados con 16.000 litros de combustible (y otros 8.600 litros opcionales). A pesar del impresionante número, los Jupiter estaban refrigerados con aire, por lo que sufrían de un sobrecalentamiento frecuente, y apenas podían levantar al Do X a una altitud máxima de 425 metros.


Con tantos motores, el Do X necesitaba un ingeniero de vuelo a bordo
La cabina de los pilotos
Dornier Do X
El navegante examinando mapas. La foto es de 1930.

De hecho, su configuración era tan compleja que necesitaba un ingeniero de vuelo a bordo, el cual recibía órdenes del capitán para aumentar o reducir la potencia con un telégrafo náutico, y la cabina de vuelo del Dornier Do X funcionaba esencialmente como un puente de mando. Después de acumular 103 vuelos de prueba en 1930, el DoX fue actualizado con doce motores Curtiss V-1570 Conqueror V12 de 455 kW y refrigeración líquida. Este upgrade le permitió alcanzar una altitud máxima de 500 metros, suficiente para cruzar el Atlántico.


Un poco de lujo para los pasajeros
Momento de descanso…
… y por supuesto, el bar

El Dornier Do X podía llevar un total de 66 personas en vuelos de larga distancia, o 100 en corta distancia. El número máximo de pasajeros fue puesto a prueba el 21 de octubre de 1929, con un total de 169: 150 pasajeros (una combinación entre trabajadores, sus familias, y algunos periodistas), diez tripulantes… y nueve polizones. Tardó 50 segundos en despegar, y para hacer los giros necesarios, llegaron a pedirle a los pasajeros moverse de un lado al otro de la cabina.


Empleados de Dornier, sus familias, y parte de la tripulación. Octubre de 1929.
El Dornier Do X llegó a volar con 169 pasajeros
Con mucho esfuerzo, llegó a New York

Dornier construyó un total de tres unidades. El Do X2 entró en servicio durante el mes de agosto de 1931, y el X3 hizo lo mismo en mayo de 1932, ambos con bandera italiana. Sin embargo, la Gran Depresión arruinó todos los planes de Dornier para promocionar a su bote volador en los Estados Unidos, y el Do X original quedó bajo control de Lufthansa cuando agotó sus fondos para operarlo. Un aterrizaje demasiado duro cerca de Passau terminó dañando su cola en 1933, y funcionó como exhibición hasta su bombardeo por la RAF en noviembre de 1943. El Museo Dornier en Friedrichshafen aún conserva una parte de su cola.


El Do X2 italiano, cruzando los Alpes. 1931.
Excelente imagen de los motores
Una de sus últimas aventuras. Berlín, 1932.

Fuente y más fotos: Rare Historial Photos


Reportar

¿Qué te pareció?

Escrito por Lisandro Pardo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Another World

Retrosoftware: Another World, la obra de arte «cinematográfica» que inspiró a una generación

Gaia Sky

Gaia Sky: Uno de los mejores programas de astronomía, gratis y open source