Un 10 de diciembre como éste, pero 15 años en el pasado, era lanzado DOOM, uno de los juegos más importantes en la historia de la galaxia. De la mano de id Software, y utilizando el mismo motor que Wolfenstein 3D, demostraría que era posible crear una atmósfera tétrica, capaz de asustarnos hasta la diarrea, mediante el uso de píxeles y sonidos bien ubicados. Entre muchísimas otras cosas, ¡muchísimas!
DOOM no es un juego cualquiera. Lanzado el 10 de Diciembre de 1993, y sin ser pionero en lo suyo (Wolfenstein 3D es de 1992), logró demostrar que el efecto diegético (inmersión e identificación con lo que vemos, más la abstracción de la realidad) no era solo patrimonio del cine. Con una atmósfera tétrica, sonidos ubicados con precisión, manejo de las luces, con alguna que otra “situación preprogramada” y decenas de demonios atacándonos por todos lados, la cosa ya se volvía aterradora. Estos elementos, potenciados con una perspectiva en primera persona solo vista en Wolf3D, ya lo volvían en algo “personal”.
Pero eso no es todo. DOOM (tampoco sin ser pionero, pero ayudando mucho) demostró que los juegos podían tener contenido adulto y que los “más grandecitos” también jugaban con sus ordenadores. Sangre por doquier, violencia extrema (para la fecha), simbología satánica y motosierras usadas como armas (inspiradas en Evil Dead II) fueron los elementos que causaron furor.
Como era de imaginar, esto no fue logrado sin que algún puritano elevara su voz al cielo, acusando a DOOM de todo lo malo sobre a tierra. Organizaciones religiosas dijeron que este era, en realidad, un “simulador de asesinatos seriales”. Lo cual, hemos de decir, carecía totalmente de sentido. Después de todo, luchábamos contra el infierno, la misma cosa que ellos decían (y dicen) hacer. Los religiosos no fueron los únicos que protestaron. Muchísimas otras organizaciones le pegaron duro. Pero el tema no explotaría hasta los eventos ocurridos en el colegio Columbine, en 1999, y del que Michael Moore tuvo mucho que decir en Bowling for Columbine. Puras patrañas, pero creencias todavía arraigadas en gran parte de la sociedad.
DOOM no solo es importante por todo esto, sino por ser el juego que más hizo por id Software (instinct driven, para quienes no lo sepan). id fue fundada por John Carmack y John Romero (leyendas al momento, patanes luego), junto con Adrian Carmack y Tom Hall. DOOM fue lanzado como shareware (como todos los anteriores de id). Pero a diferencia de lo que ocurre hoy día, no solo en el mundo de los juegos sino también en el mundo del soft utilitario, las versiones shareware de DOOM eran larguísimas.
Tan largas eran que si uno no estaba al tanto, o no sabía qué era eso de shareware, podía pensar que el último nivel del juego era el final. Aún así, id Software hizo millones y millones de dólares, sin privar de contenido al jugador. El buen contenido vende, fue la lección que parecen haber olvidado, tanto en id como en todas las empresas creadoras de contenidos.
Y DOOM es mucho más, pero solo escribimos esto para desearle un muy Feliz Cumpleaños y felicitarlo por estar en nuestra vida durante 15 años, sin envejecer ni un poco. Porque no hay envejecido, la comunidad lo ha mantenido vivo con proyectos como ZDoom o la reciente Doom versión Flash. Como es lógico, la industria lo ha hecho pasear por todos los sistemas de juegos, se han lanzado todo tipo de recopilaciónes, una película horrenda lleva su nombre y ha tenido dos secuelas. La última no tan buena como nos hubiese gustado, pero algo es algo. Si no lo has jugado nunca, este es el mejor momento.