Desde tiempos inmemorables imaginamos como un grupo de seres descerebrados toman nuestra ciudad y nos aniquilan a todos. La idea se hizo mucho más fuerte al llegar al cine y así se expandió por diferentes medios hasta llegar a la realidad. Tal vez no estemos pensando que esto ocurrirá realmente, pero nunca está de más tener información útil a la mano. Hablando de información útil, un trabajo presentado por el físico Davide Cassi explica que las personas tienen menos posibilidades de ser encontradas por zombies si están en una estructura compleja e irregular, y asegura que su trabajo tiene aplicaciones útiles.
Un trabajo, presentado por el físico Davide Cassi, de la Universidad de Parma, trata sobre unos tíos llamados “caminantes aleatorios”. Estos caminantes aleatorios se definen como “organismos que deambulan sin propósito y destruyen cualquier humano que se cruce en su camino”. ¡La analogía perfecta para los zombies! Lo que el físico trató de deducir es qué tipo de estructura sería mejor para esconderse de estos bichos y cuál sería la mejor estrategia en caso de estar en una ciudad llena de ellos.
Según el reporte, mientras más complejo sea el escondite, hay menos posibilidades de que un zombie te pueda encontrar. Es decir que lugares con pasillos angostos y en cantidades, como escuelas y hospitales, serían lugares perfectos como escondites. El hecho de que Cassi haya llegado a esta conclusión es bastante curioso, teniendo en cuenta que de las miles de películas de zombies existentes, la mayoría de ellos ocurren en lugares idénticos a los mencionados antes. Siempre hay escuelas, hospitales y hasta centros comerciales y, de alguna manera, los zombies encuentran la manera de llegar a ellos y comérselos para la cena. ¿Y cuál es la mejor estrategia? Pues te quedas quieto, inmóvil en un solo lugar. Dentro de una estructura compleja y grande, quieto, muy quieto.
Cassi formula un modelo que describe el comportamiento de partículas en movimiento mientras viajan por una serie de laberintos. Este modelo, tomado en gracia, es chistoso, pero realmente tiene sus aplicaciones útiles. Por ejemplo, podría mejorar la distribución de la información en Internet y el envío de medicinas al cuerpo humano. "Los mejores campos de aplicación para estos resultados son la biología y la bioquímica.", aseguró Cassi.