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Domótica: el hogar digital conectado e inteligente, hoy.

Con el abaratamiento constante de los componentes y la difusión de las redes inalámbricas, el sueño del hogar digital inteligente ya es una realidad

Hasta hace unos pocos años el sueño de tener un hogar inteligente y autosuficiente estaba lejos. Costos siderales, escasa tecnología disponible y falta de entusiasmo y de especialistas eran lo que más dificultaban el crecimiento de esta rama.

Hoy todo ha cambiado, y la domótica puede considerarse una realidad en crecimiento y con buena salud. Al surgimiento de nuevas tecnologías ha contribuido la preocupación ambiental (el hogar inteligente puede ahorrar hasta un 40% de energía a lo largo de un año) y hasta la necesidad de aumentar seguridad.

O la sensación de seguridad, porque al fin y al cabo somos humanos y nos gusta tener todo controlado, y un hogar en internet nos da otra sensación de control. Aunque con la simulación de presencia, entre otras cosas, la seguridad aumentará y no estamos hablando de sensaciones sino de algo real, tangible.

El crecimiento de la domótica ha sido tal que hoy no son pocos los sociólogos que se preguntan como serán los hogares en pocos años, con tanta inteligencia artificial disponible. Tal vez se pueda pensar en barrios en red, o ciudades enteras en red, interconectadas para gestionar recursos.

Es así como la domótica deja lugar a la urbamótica, que es el diseño y planificación de ciudades inteligentes, en las cuales se maximiza el uso de energías renovables y de recursos. Y de seguridad vial, como por ejemplo el proyecto SmartWeb, la red P2P de coches que vimos presentada en el CeBIT de este año y que ayudaría enormemente a mejorar la seguridad en autovías. Eso es la urbamótica, la gestión inteligente de recursos en una ciudad.

Y el hogar…interactuando con los dueños, ayudando, actuando. Algunos sistemas ya están disponibles en la actualidad, como el Hal2000, capaz de recibir órdenes textuales como "Enciende la luz del frente todos los días a las 7 pm y apágala a las 6 am, y deja el termostato en 22 grados".

Oraciones como la anterior muestran un cambio muy importante de la relación entre los humanos y su hogar, el cual pasará a tener una participación mucho más activa en nuestras vidas, dejando de ser solo un "techo", algo pasivo, para tener dinámica y conocimiento del entorno: el hogar será un ente con vida.

Y no solo eso, sino que también tendrá posibilidad de modificar el entorno para bien. Las posibilidades serán muchas y el hecho de tener al hogar conectado brindará multitud de ventajas. Si tu refrigerador es capaz de avisarte cuando se están terminando lo víveres, o si puedes tener tu café preparado todas las mañanas a las 7.45, o si quieres la luz a un 65% de intensidad y la casa lo hace por tí, sin dudas aumenta tu calidad de vida.

Claro que para lograr todo esto hace falta un componente de tecnología, esencial, que abarca desde electricidad del hogar hasta electrónica, y desde ordenadores hasta PDA o móviles, un bus que transmitirá los datos y un protocolo.

Hay dos clases de sistemas de domótica: los que cuentan con inteligencia artificial y los que no. Y aunque hoy por hoy la diferencia no sea todavía tan palpable, en el futuro sí que lo será (a favor de los sitemas inteligentes, claro). Desde luego, si eres de los que gustan de meter mano y controlar más las cosas, un sistema no inteligente será mejor para tí y no te costará manejarlo.

Un sistema de inteligencia artificial consta de una interfase (que es la forma de comunicación que existe entre el usuario y el sistema), una base de conocimiento (que se va actualizando con el tiempo a medida que agrega aptitudes) y el motor de inferencia, que actúa en base a los conocimientos adquiridos y a su interpretación de ellos.

Pero instales el sistema que instales, hay que tener una cosa bien clara: necesitarás una instalación eléctrica de respaldo. ¿En que consiste? Básicamente, en contar con todo disponible si el sistema falla.

Supongamos que tienes todo comandado desde una central inteligente, o desde el ordenador central del hogar digital que tanto sueña Bill Gates desde hace años, y este te tira una de sus famosas pantallas azules. ¿Significa esto que quedarás fuera de casa, o sin heladera, o sin poder prender ninguna luz?

De ninguna manera, la tecnología debe estar para ayudarnos, no para complicarnos. Y en casa no manda ningún aparato sino que las órdenes las damos nosotros (o nuestras esposas, claro).

Pero esto no significa que tendrás que tener el doble de cableado. Sino que habrá que utilizar un circuito en cada interruptor de luz y en cada electrodoméstico, que reconocerá cuando el sistema esté trabajando y cuando no. Y en el caso de las luces esto tiene una doble función, ya que si enciendes una lámpara desde el sistema, y luego vas al cuarto donde esta se encuentra y la apagas desde la tecla, el circuito te ayudará a cambiar el estado, de modo que en el sistema de control la luz vuelva a aparecer como apagada y no permanezca encendida, lo que imposibilitaría volver a prenderla.

Ya ves que no todo es tan fácil, la domótica tiene sus trucos pero nada es imposible. ¿Y cómo se comunicarán todos los componentes del sistema?

Lo que se necesita, al igual que en Internet, es un protocolo. Lo que un protocolo realiza, básicamente, es traducir para igualar. Los protocolos traducen señales y comandos, para que todos los puedan entender por igual. Un protocolo codifica los mensajes, para que todos se puedan comunicar.

Es como en las Naciones Unidas: un expositor habla en japonés, pero su discurso es traducido a otros idiomas, de modo que cuando te sientas en una butaca puedes seleccionar tu idioma y escuchar. TCP/IP, por ejemplo, es un conjunto de protocolos que permite que ordenadores con distintos sistemas operativos, routers, switches, y dispositivos inalámbricos puedan conectarse entre sí, a pesar de pertenecer a distintas plataformas de hardware y software.

Ahora que ya sabemos lo que un protocolo hace, podemos nombrar a X10, Zigbee, Jini (propuesto por Sun Microsystems), X2D, UPnP (Universal Plug&Play, estándar apoyado por Microsoft).

En EEUU la domótica está tan avanzada que hasta en las cadenas de supermercados se pueden adquirir componentes de bajo costo y dificultad de uso para automatizar desde portones de garage hasta la comida de las mascotas.

España y Latinoamérica se encuentran muy por debajo de los países sajones y asiáticos en el uso y desarrollo de sistemas de domótica, aunque en los últimos años la situación ha cambiado.

No solo por la aparición de organismos y tecnicaturas que brindan una alternativa para quienes quieran iniciarse en la formación en domótica, sino también por la gran cantidad de eventos relacionados que se llevan a cabo año a año. La feria Interdomo, Matelec, y diversas jornadas y eventos universitarios dan gala de un crecimiento sostenido.

La domotica ya está aquí para quedarse, pero su uso y adopción requerirán de estrictos controles gubernamentales, para garantizar estándares de seguridad. En el caso de la urbamótica, es necesaria la formación de expertos que puedan guiarnos para la construcción de ciudades conceptualmente distintas a las actuales.

En este caso las necesidades y urgencias son otras, ya que en el ámbito estatal o municipal siempre las medidas llevan más tiempo en implementarse, y los países de habla hispana necesitan de manera rápida comenzar a manejarse con estos conceptos para el desarrollo estratégico de ciudades y el aprovechamiento de recursos, antes de quedar demasiado rezagados.

Escrito por editorwp_2544

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