Imaginando el futuro del comercio en un mundo tal vez mejor, J. Chris Anderson aspira a crear una moneda virtual basada en tu reputación, donde cada transacción sea tanto privada como pública, respetando la intimidad y a la vez juzgando tu reputación como honesto tenedor de dinero virtual. A diferencia de Bitcoin, cualquiera podrá crear un nuevo Document Coin en cualquier momento y su impacto sería menor en las economías.
El Bitcoin, con el tiempo, demostró que el dinero podría ser algo completamente virtual –más de lo que por naturaleza económica lo es-. Usando el poder de las máquinas y con un fuerte amor práctico por las matemáticas y los algoritmos, puso a la moneda en las manos de los programadores, con libertades en cuanto a emisión y sin regulaciones de los gobiernos y de los bancos. Con la llegada de la popularidad de la moneda, los organismos que antes la ignoraban comenzar a poner trabas y a silenciar los informes de éxito de esta manera alternativa de comprar y pagar por bienes y servicios. J. Chris Anderson es un programador que quiere repetir la hazaña de BitCoin, pero basándose en los defectos y virtudes de la moneda creada por Satoshi Nakamoto. El nombre podría ser Document Coin, y sería una moneda basada en tu reputación.
Tan extraña como intrigante, la creación por ahora teórica del cofundador de Couchbase está en la mira de nuevos inversores de riesgo al enterarse de cómo funciona. En primer lugar, en vez de utilizar las matemáticas puras para evitar cosas como que la misma persona gaste el mismo dinero dos veces, Document Coin se basará en la reputación personal de cada usuario para mantener todas las transacciones en orden. Cada unidad de la moneda creada usando el sistema de Document Coin podría tener valores diferentes en diferentes situaciones. Si utilizas una moneda en un lugar, puede ser que valga más que si la usas en otro sitio o para otro bien o servicio. El objetivo, dice Anderson, es que la gente repiense por completo toda la idea del dinero. En última instancia, se espera conseguir que los desarrolladores piensen en las implicaciones sociales de las monedas virtuales, logren que la gente cuestione la idea de que todo tiene un valor numérico.
Las limitaciones de Document Coin como moneda real son evidentes, pero Anderson aspira a que el aspecto social de la misma pueda inspirar su uso. La idea es que cada nuevo Document Coin será un token criptográfico único que consta de dos partes: un conjunto de datos cifrados que sólo el propietario de la moneda puede ver y un conjunto de datos públicos sobre la moneda. Para transferir una moneda, se se crearía una copia de la original, pero con nuevas claves de cifrado de modo que sólo el nuevo titular tenga acceso a ella. Esto significa que sería posible que alguien archivara una copia de una moneda que ya se había gastado y luego tratar de gastarla más tarde.
El truco es que todas las monedas que se gastan estarán asociadas a tu clave pública, por lo que si quieres gastar una moneda dos veces, podría terminar dañando el valor que las personas le pusieron a todas las monedas que has emitido con tu reputación o que planeas gastar. El proyecto es algo personal para Anderson, así que Document Coin podría quedar como una simpática versión artística y económicamente inocua de BitCoin, pero a nivel singular sigue siendo interesante.