¿Planeando una visita a Japón? ¿O tal vez a una planta nuclear? ¿Trabajas en un laboratorio y quieres conocer tu nivel de exposición a ciertas sustancias? En ese caso, todo lo que necesitas es el accesorio DO-RA, que convierte a tu dispositivo móvil compatible en una combinación de dosímetro y radiómetro, para medir radiación ionizante.
Recuerdo una escena particular en Mad Max Beyond Thunderdome, en la que Max utiliza un contador Geiger para comprobar que un sujeto intenta venderle agua contaminada. Después del desastre nuclear de Fukushima, la realidad le ganó una vez más a la ficción, con cientos de vídeos en YouTube subidos por ciudadanos japoneses, tomando lecturas con sus contadores sobre drenajes, muestras de tierra, garajes, parques y escuelas. Y con la preocupación y el miedo dentro de la ecuación, la demanda de contadores y dosímetros se disparó. Algunos modelos específicos están completamente agotados, y en ciertos casos, cualquier interesado debe pagar más de 500 dólares para obtener uno.
Sin embargo, la gente de Intersoft Eurasia está desarrollando una alternativa, basada en un accesorio que se conecta directamente a un dispositivo móvil. Su nombre es DO-RA, y asume el rol tanto de dosímetro como de radiómetro. La compañía ha declarado que ya tiene más de 1.300 pre-órdenes para el DO-RA, y que cuenta con la capacidad de distribuir un millón de unidades anuales, destinadas a Japón, Estados Unidos y Europa. No es la primera vez que encontramos un gadget de esta clase (el Lapka es compatible con dispositivos iOS, y Sharp lanzó un móvil con detector integrado), pero el DO-RA promete compatibilidad con varios sistemas operativos, a un precio relativamente razonable de 150 dólares.
Si todo va bien, el DO-RA debería entrar en fase comercial el próximo otoño. Desde todo punto de vista, nos encontramos frente a un accesorio inusual, que nos hace pensar sobre qué tan amplia será su popularidad. Sin embargo, con lograr una buena posición en el mercado japonés, el DO-RA tendría un excelente punto de partida para expandirse a otros mercados. Cuando la regla es desconfiar hasta de un vaso de agua y esperar silencio de las autoridades, algo como el DO-RA no parece tan descabellado…
