Los germicidas basados en luz ultravioleta son muy eficientes, pero presentan riesgos importantes para la salud humana y deben ser utilizados con cuidado. Sin embargo, un grupo de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia ha determinado que un nuevo subtipo de luz ultravioleta identificado como «Ultravioleta C lejana» puede aniquilar al virus de la gripe y otros patógenos sin afectar el tejido humano. La tecnología aún se encuentra en fase de prueba, pero podría ser de gran utilidad en espacios como escuelas, hospitales, aeropuertos y estaciones.
Cada vez que indico mi preferencia por el verano sobre el invierno mucha gente desea arrojar objetos contundentes en mi dirección, pero mantengo mi posición por el simple hecho de que los inviernos sólo me dan una paliza tras otra. Resfríos, gripe y fiebre están a la orden del día, y la última vez sufrí una otitis tan dolorosa que fue necesaria una inyección. Todos sabemos que algunas enfermedades tienen temporadas, a un extremo tal que la peste parece «flotar en el aire». Y técnicamente eso no es incorrecto, ya que la gripe se transmite a través de gotas en aerosol cargadas con el virus de turno. Ahora, si fuera posible eliminar a virus como el de la gripe en el aire y ciertas superficies, su impacto estacional sería mucho menor.
Ahí es cuando interviene un reciente desarrollo a cargo de un grupo de investigadores en la Universidad de Columbia. Un subtipo de radiación ultravioleta llamado «Ultravioleta C lejana» mata al virus de la gripe con dosis continuas de muy baja intensidad, sin dañar tejido humano. La luz ultravioleta C tradicional es uno de los germicidas más poderosos a nuestra disposición, pero sin los controles adecuados puede causar quemaduras y cáncer en la piel. En cambio, la luz ultravioleta C lejana posee un alcance muy limitado, de modo que no logra atravesar la capa de piel muerta en nuestro cuerpo, ni la película lagrimal del ojo. El diseño se basa una lámpara que ya ha logrado destruir bacterias como la temida SARM, mientras que en el reciente estudio, una versión en aerosol del famoso H1N1 fue eliminado al ser bombardeado con dosis mínimas de UVC lejana, en una longitud de onda de 222 nanómetros.
El siguiente paso será evaluar la efectividad de las lámparas bajo otras condiciones, y si todo sale bien, lo más probable es que encuentren un lugar en zonas críticas como hospitales y aeropuertos. En un principio, el costo no estará en niveles compatibles con el consumo general (calculan un promedio de 1.000 dólares por lámpara), pero esa situación mejorará a medida que se acelere la producción.
Ojala logren llegar a etapa productiva estable pronto me compro una para la casa y otra para la oficina de una asi sea a 1000USD estamos cansados en ambos ambientes de tener gripas por temporadas que cada vez son mas frecuentes y pesadas.