Aunque pueden utilizarse para tareas muy similares, las características de un avión y de un helicóptero los hacen diferentes entre sí. Cuando el factor de velocidad es crítico, no hay nada mejor que un avión, mientras que en situaciones donde la maniobrabilidad impera, el helicóptero es irreemplazable. Entonces, ¿por qué no buscar la forma de hacer un aparato que tenga las virtudes de ambos? Demasiado tarde: La gente de Boeing y la siempre presente DARPA, presentaron al DiscRotor. Ahora, ¿cómo lo llamamos? ¿Heliplano? ¿Giroplano?
Hace poco más de un año Ariel nos mostró qué estaban haciendo DARPA, Boeing y la MIT en relación con las aspas de los helicópteros. Básicamente, se trataba de aspas inteligentes que podían cambiar de forma en pleno vuelo, para incrementar su eficiencia y reducir el nivel de ruido. Pero a decir verdad, la idea detrás de un vehículo capaz de reemplazar a los helicópteros nació en 2008, bajo el nombre "CSAR DiscRotor". Al buscar un poco más de información, descubrimos que la idea del "DiscRotor" no es particularmente moderna. El "Helicóptero Ellehammer" desarrollado en 1912 nunca pasó de la fase experimental debido a las grandes limitaciones tecnológicas de la época, pero ahora, en pleno siglo XXI, sólo se necesita de un par de años y algunos millones de dólares provenientes de DARPA para hacerlo realidad. Claro que…
… lo único que tenemos después de dos años es un vídeo renderizado que nos muestra un posible concepto del DiscRotor. La idea es excelente: Una nave capaz de despegar como un helicóptero, contraer sus aspas en pleno vuelo y cambiar a "modo avión", llegar a máxima velocidad a su destino, y extender nuevamente las aspas para realizar maniobras de rescate o despliegue de tropas. Sin intención de ser repetitivo, el DiscRotor no hace otra cosa más que ofrecer "lo mejor de ambos mundos": La velocidad final de un avión, y la capacidad de maniobra de un helicóptero promedio.
Sin embargo, en DARPA son más realistas de lo que se cree. En la animación claramente se ve que las aspas se introducen en un disco que a su vez puede cumplir el rol de ala adicional, pero realizar esto en condiciones de vuelo efectivas es extremadamente complicado. Un representante de Boeing declaró que ese punto es apenas uno de los "grandes desafíos técnicos" que enfrenta este modelo, pero como dio a entender la guía de cierto amigo autoestopista, la improbabilidad y la imposibilidad son dos cosas diferentes. Mientras tanto, habrá que seguir esperando. A partir del año que viene comenzarán las pruebas en un túnel de viento, para comprobar si el diseño es en verdad viable o no.