Podrá tener un buen hogar en el cine, pero a medida que los usuarios se alejan de los medios ópticos, el potencial del Blu-ray como formato de respaldo se diluye por el camino. Ahora, Sony y Panasonic planean reemplazarlo en 2015 con un nuevo estándar que tendrá discos ópticos de 300 GB. El 4K viene rápido a la mente pero, ¿es necesario?
Aunque la demanda de discos ópticos no ha desaparecido, es evidente que la tendencia de los usuarios es alejarse de esa tecnología, en favor de opciones más dinámicas como el almacenamiento Flash. Las descargas en línea también están haciendo su parte, y si bien la nube todavía posee varias limitaciones (comenzando con la velocidad), son cada vez más los que la prefieren como alternativa de respaldo. Con un mínimo de 25 GB a su favor, los discos Blu-ray son opciones muy sólidas para hacer backups, pero lo cierto es que han concentrado todo su poderío en películas y videojuegos, manteniéndose un poco aislados del uso cotidiano. A pesar de esto, y de algunas iniciativas para expandir aún más su capacidad, tanto Sony como Panasonic ya están pensando en su reemplazo.
Ambos gigantes han firmado un acuerdo para desarrollar un estándar que presentará a una nueva generación de discos ópticos, con una capacidad mínima de 300 gigabytes. Bajo la variante BDXL, un disco Blu-ray puede alcanzar un máximo de 128 gigabytes, aunque en situaciones prácticas, lo más común es encontrar discos de 25 o 50 gigabytes. Un detalle curioso es que ambas empresas mencionan el llamado “formato de cartucho”, que puede contener a varios discos ópticos a la vez. Sony ya había creado algo parecido bajo su serie XDCAM, con unidades cuya capacidad oscila entre los 300 y los 1.500 gigabytes, mientras que la serie LB-DM9 de Panasonic utiliza cartuchos de doce discos con 100 GB de espacio en cada uno.
La pregunta de fondo es qué tan útil resulta para el usuario final introducir un nuevo formato de discos ópticos. Se ha confirmado que 2015 será el año de su debut, por lo que todavía hay una buena espera por delante. Lo primero en lo que pensamos es la distribución física de contenido 4K. Existen algunos proyectos que buscan realizar streaming a esa resolución, pero un disco óptico de 300 GB tal vez sea un atajo más viable en el mediano plazo, hasta que la Web esté a la altura de las circunstancias. Como casi siempre, todo se reduce a una cuestión de costos. El formato Blu-ray tardó demasiado en bajar a niveles aceptables, y por más que el aumento en capacidad sea notable, de nada servirá si el hardware requerido tiene un precio estratosférico.