Las aventuras gráficas están pasando por el peor momento desde su creación y los viejos lobos de mar que las disfrutaban ya no pueden encontrar nada del nivel de los clásicos de antaño. Sin embargo, en una época tan difícil como esta, se valoran mucho más los proyectos que se llevan a cabo con el mismo amor por el género como tenemos los que jugábamos antes. Dirty Split es uno de esos proyectos y uno muy bueno si me permiten el atrevimiento. ¿Lo mejor de todo? Es completamente gratuito.
Siendo un fanático de las viejas aventuras gráficas que solía hacer LucasArts, tener que jugar y escribir sobre una aventura gráfica gratuita, me sonaba a poca cosa. Es que no es fácil ser un seguidor del género hoy en día, ya que los nuevos títulos resultan ser uno peor que otro. Sin embargo, al introducirme en el mundo que presentaba Dirty Split, rápidamente comencé a recordar por qué me gustaban tanto aquellas viejas aventuras.
Desde el primer vistazo está claro que Dirty Split es un labor de amor. Puede no ser el título más pulido del mundo, pero sin dudas le han dedicado muchas horas y esfuerzo. Tiene un arte muy particular que evoca a los años 60s, similar a la presentación de la serie, Mi Bella Genio. Sin duda hay cierta complejidad en el diseño simplista y lo han llevado a cabo a la perfección, porque no solo se ve genial, sino que la calidad es muy buena, aún más por ser un juego independiente.
La trama gira alrededor del asesinato de un reconocido cirujano plástico y la búsqueda por el verdadero culpable del crimen. El jugador ocupa el rol de Alan Baxter, un policía retirado convertido en investigador privado. Aunque todas las pruebas indican que el sospechoso principal es el culpable, ciertos detalles no dejan tranquilo al detective y así comienza una aventura para descubrir al verdadero asesino y resolver el misterio detrás del cirujano y su muerte.
Es difícil describir por qué Dirty Split me recuerda tanto a aquellas aventuras, pero ciertos detalles hacen que me interese por los personajes y la historia general, algo que no logró una aventura desde 2005, con la salida de Still Life. Los personajes y los diálogos son muy interesantes, y la manera en que se desarrollan los hechos es muy atrapante, al punto de querer saber qué es lo que sigue. Tal vez una de las cosas más discutibles es su dificultad, ya que pocas veces presenta un desafío, pero al menos así la experiencia es mucho más fluida.
Pero Dirty Split no es un gran juego por sus elementos individuales, sino por cómo se complementan entre ellos. A veces la escritura no es la mejor y algunas voces parecen fuera de lugar, pero la música, el arte, la historia y muchas otras cosas más hacen que cuando alguno de los elementos flaquean no se note tanto como podría suceder en otras aventuras. Sin duda han analizado todo lo que funciona y lo que no en este tipo de juegos.
Hoy en día parece difícil conservar aquella esencia que solían tener, pero Dirty Split, más allá de sus fallas, es una aventura de la vieja escuela en todo su derecho. Podrá haber tomado prestado muchos aspectos de los clásicos, pero más que una copia es un tributo. Si eres fanatico de los viejos juegos de LucasArts, probablemente no encuentres el mismo humor, pero sí calidad similar de historia y personajes.