Hace unos días, en Francia, se emitió un fallo que quizás no tuvo la difusión de mereció tener: un tribunal determinó que un fabricante de ordenadores debía devolver al usuario el costo de la licencia del Windows que este incluía preinstalado, por que el cliente no lo pensaba usar (y que, de hecho, borró del ordenador). ¿Cómo influye esto en nuestro bolsillo?
Como regla “de facto”, cuando te compras un ordenador, te compras una licencia de Windows. Por supuesto, el importe que representa esa licencia en el costo total de tu flamante hardware no aparecerá (por lo general) discriminado en tu factura, aunque es obvio que influye en el montón de dinero que finalmente pagas. Pero, ¿qué ocurre si tú quieres el ordenador en blanco, o con otro sistema operativo?
En esos casos, lo tristemente normal es que pierdas ese dinero. Es decir, si te compras un portátil con Windows Vista y por algún motivo prefieres utilizar en él alguna versión de Linux (o incluso Windows XP), nunca recuperarás el dinero correspondiente a la licencia del WinVista que has pagado para no usar. Es raro, pero así funciona el mundo. O funcionaba.
El pasado 30 de abril, el Tribunal de Proximidad de Caen (Francia) condenó a Asus a devolverle a un cliente el coste del sistema operativo incluido en el equipo que este había adquirido. Seguramente esto no cambiara la vida de este usuario, ya que el valor de una licencia de Windows tipo “OEM” cuesta unos €40. Pero, de todos modos, se trata de su dinero. En este caso en particular, y debido a que el tribunal fijo costes en concepto de indemnización, Asus deberá pagar € 100 por el Windows, más otros €30 los demás programas instalados en el equipo.
Y no ha sido el único caso. Acer ya había pasado por algo parecido antes. De hecho, esta es la cuarta decisión judicial que da la razón a los consumidores en este tipo de demandas. De seguir por esta senda, no seria raro que al momento de comprar nuestro nuevo ordenador podamos elegir si lo queremos o no con un Sistema Operativo preinstalado.
Con el fin de concienciar a los usuarios y de lograr la eliminación de este “coste oculto” de los ordenadores, existe devolucion.org, un sitio en el que podemos asesorarnos sobre este tema y obtener apoyo legal si decidimos intentar no pagar una licencia que no necesitamos.
En la portada de devolucion.org puede leerse que “Por cada computadora que compramos en el mercado de consumo, se nos está obligando sin elección a pagar un impuesto privado que la mayoría de los consumidores ni siquiera llega a percibir: nos referimos al llamado "impuesto Windows", que incluye todo ese software innecesario valorado entre 100 y 300 Euros que prácticamente siempre nos cuelan sin elección dentro del precio de nuestro computador. A la hora de fijar sus objetivos, esta organización busca “contribuir a crear un libre mercado en software sin monopolios que encarezcan los precios e impongan sus intereses particulares.”
Se trata de una situación que indudablemente beneficiaría a los usuarios de otros sistemas operativos (¿alguien dijo “Linux”?), que en la actualidad se ven “obligados” a comprar licencias que no necesitan. Esperemos que el concepto prospere.