Casi todos nos damos cuenta que esa foto de una modelo sin ombligo no es verídica, pero hay casos en donde la calidad es tal o los cambios tan sutiles, que la confusión se vuelve cotidiana, generando no sólo desprecio por la técnica del retoque de imágenes en sí, sino también trastornos sanitarios. Pensando en esto, dos investigadores han resuelto que la mejor manera de doblegar los efectos no es censurando los retoques, sino a través de una detección automática de imágenes retocadas y avisando en las mismas fotografías si lo han sido y en qué grado. Todo desde el navegador y gracias a un plugin.
Actualmente es difícil escaparle a la discusión sobre qué hacer con las imágenes retocadas de, en su mayor cantidad, de celebridades y otros personajes reconocidos que salen en las revistas y en internet como si su piel fuera de seda, sus estómagos fueran mesas de diseño para arquitectos y sus pómulos con la expresión de un maniquí. La tela para cortar es demasiada, e incluye tanto la modificación, y lo que es peor, la imposición cultural y social de lo que es un ideal de belleza. Las consecuencias van desde el sexismo hasta contribuir a potenciar –sino a generar- los trastornos alimentarios de muchas mujeres y hombres. A la Unión Europea este tema le preocupa, y por eso han fija la mirada en un proyecto académico que busca dar información sobre qué tan retocada está una fotografía e indicarlo con símbolos y valores luego de una detección automática de imágenes retocadas.
Para lograr esto, el equipo conformado por los investigadores en computación del Dartmouth College en New Hampshire decidió establecer las primeras bases de lo que será un algoritmo que funcionará junto al navegador en forma de plugin para analizar todas las imágenes que aparezcan en pantalla. Al toma en cuenta ciertos valores y parámetros que no han trascendido, pero que creemos que quien tenga acceso al paper encontrará algunos de los criterios que hemos visto en acción en otras aplicaciones del estilo pero menos complejas.
La idea de los responsables del proyecto es básicamente tener preparado un plugin para el navegador que apenas analice el contenido de la fotografía con esas variables geométricas y de arqueología en la información de la imagen (veces que fue guardada, cambios entre esas sesiones, etc.) se le informe al usuario que las imágenes que ve han sido retocadas y se muestre información de cuán modificada está la realidad en ese retrato, pero siempre sin mostrar la fotografía original.
Utilizando un sistema con filtro de fotometría, de análisis geométrico y de fotometría de tipo SSIM, las imágenes irán dando su escala de modificación en un extremo de las mismas. De esta manera, la belleza que se pueda manifestar de las fotografías queda, pero más como un trabajo extra, un maquillaje artesanal que como un fiel reflejo de la realidad. De esta manera –creemos- no sólo se protege a las personas que consumen estas imágenes, sino también a quienes las protagonizan, que muchas veces son juzgados por algo de lo que tal vez no tienen conocimiento. El proyecto está en ciernes, y en cuanto se dé más información al respecto, serás el primero en enterarte.
