Cuando Microsoft presentó a Windows Vista, una de las mejoras estéticas para el sistema operativo era DreamScene, función que permitía reproducir vídeos en bucle como fondo de pantalla. Los ordenadores de aquella época apenas podían correr Vista, y un vídeo en segundo plano no ayudaba en nada, pero los tiempos cambiaron, y la aplicación Desktop Movie busca traer de regreso a la función DreamScene, con varias opciones extra para mejorar su funcionalidad.
Vídeos como fondo de pantalla. Debería ser algo relativamente natural, pero el concepto nunca fue desarrollado de forma apropiada. Tal y como mencioné más arriba, Microsoft lo intentó en Windows Vista con DreamScene, sin embargo, los errores cometidos por el gigante de Redmond fueron varios, y muy grandes. En primer lugar, decidió que fuera una función exclusiva de Vista Ultimate. En segundo lugar, la lista de formatos soportados era bastante corta. Finalmente, DreamScene aniquilaba el rendimiento del ordenador (al mismo tiempo que Aero daba sus golpes por lo bajo) y la batería en sistemas portátiles. DreamScene nunca logró escapar de Windows Vista, y para traerlo de regreso en Windows 7 (o superior) es necesario una herramienta externa. Desktop Movie es una de ellas.
Un aspecto muy positivo de Desktop Movie es que ocupa menos de 200 kilobytes, y no requiere de una instalación formal, o sea que se trata de un programa completamente portátil, sin dependencias mayores ni módulos adicionales. Aún así, los dos puntos más fuertes de Desktop Movie son su compatibilidad con listas de reproducción (en caso de que quieras ver más de un vídeo), y la posibilidad de asignar el vídeo a un monitor específico. Varios reproductores en el mercado tienen la capacidad de brindar funciones similares, pero Desktop Movie logra mantener visibles a los iconos en el escritorio.
Sin duda alguna, Desktop Movie se presenta como una solución superior al Dreamscene original, aunque debo reconocer que no funciona tan bien, o al menos, no en mi terminal de prueba. Al activar el modo de reproducción y colocar el vídeo de fondo, el sistema operativo determinó que era necesario bajar al esquema básico de colores, y el uso del Overlay Mixer introdujo inconvenientes al trabajar con editores de imágenes (una captura del escritorio enviada al editor seguía reproduciendo la película… «dentro» del editor). También se reportaron problemas con los controladores Catalyst versión 13.x, y el soporte bajo Windows 10 tiene sus bordes filosos. ¿Cumple con lo que promete? Sí, pero es complicado recomendarlo en estos momentos. Si quieres descargar una copia de todos modos y realizar tus propias pruebas, encontrarás el enlace más abajo.
