Todos tenemos algún recuerdo que desearíamos no tener, ¿qué dirías si te contáramos que existe una manera de borrarlos?
En la Universidad de Harvard y McGill en Montreal, un grupo de investigadores está trabajando en una droga capaz de bloquear o eliminar las memorias que no queremos. La sustancia que desarrollan tendría la capacidad de interrumpir las rutas bioquímicas que permiten que una memoria sea evocada.
Se realizó un estudio utilizando propranolol como parte de una terapia sobre las memorias de víctimas de un trauma. El tratamiento involucró a 19 personas, víctimas de accidentes o violaciones, y durante diez días se les pidió que describieran sus recuerdos sobre el evento traumático (que había ocurrido hace diez años). La revista Psychiatric Research, publicó que aquellos pacientes a quienes se les había administrado la droga, mostraron menos signos de estrés al recordar su trauma.
El Profesor Joseph LeDoux hizo otro estudio sobre ratas, logrando remover con éxito una memoria específica sin dañar el resto, con una droga llamada U0126. Los roedores estaban entrenados a asociar dos tonos musicales con choques eléctricos y presentaban una tensión previa al choque al escuchar los tonos. Luego de recibir la droga, perdieron la capacidad de anticipar el choque con uno de los tonos, mientras que seguían tensionándose al escuchar el otro tono.
La pregunta prevalece, ¿es positivo o negativo que olvidemos? Algunas cosas son borradas automáticamente por nuestros cerebros (aunque más que borradas, quizás sea más correcto decir que son bloqueadas), pero, ¿hasta qué punto nuestra memoria es una contra o un beneficio?. Sea nuestra mente, o un ordenador ¿hasta dónde seguiremos la tendencia de borrar parte del pasado?