Hasta que la magia de los discos de estado sólido no posea un costo más razonable, aquellos que seguimos defendiendo el fuerte de los discos duros convencionales debemos pasar por el ritual periódico de la desfragmentación. Las utilidades incorporadas a Windows han reducido su calidad drásticamente con cada nueva versión del sistema operativo, y la única alternativa viable para los usuarios es buscar una herramienta hecha por un tercero. La gente de IObit ofrece de forma gratuita a su Smart Defrag, cuya versión 2.0 fue lanzada recientemente.
En estos días, conservar a un disco duro perfectamente desfragmentado es algo imposible. Recuerdo muy bien la época en la cual una desfragmentación bajo DOS podía mantenerse intacta durante días, pero todo ha cambiado. Windows está escribiendo constantemente logs, moviendo archivos de lugar, accediéndolos, modificándolos e indexándolos. Como resultado, la fragmentación se vuelve inevitable. Lo único que podemos hacer como usuarios es minimizar sus efectos, ya que un alto grado de fragmentación tiene un impacto directo sobre el rendimiento del sistema. Los discos de estado sólido son una solución definitiva a este dilema. Al no tener partes mecánicas en su interior, no sufren los efectos de la fragmentación, pero tampoco son perfectos, y hay que tener otros factores en cuenta, con su precio al tope de la lista. Mientras tanto, los discos duros convencionales necesitan ser desfragmentados, y para ello, debemos recurrir a una herramienta externa. Windows lo hace bastante mal.
La gente de IObit es conocida por ofrecer diferentes utilidades orientadas al mantenimiento del ordenador, varias de ellas con licencia, pero también tiene algunas herramientas gratuitas como su desfragmentador Smart Defrag. La versión 2.0 fue lanzada recientemente, y posee varias opciones que son vitales para cualquier desfragmentador, como por ejemplo el procesamiento de archivos por fuera de Windows (para desfragmentar aquellos datos que permanecen inamovibles dentro del sistema), la programación de desfragmentaciones automáticas y una lista de exclusión en caso de que necesites dejar algunos archivos intactos. También cuenta con una desfragmentación en segundo plano, que puede ordenador archivos cuando el ordenador no está en uso.Tal vez su única limitación sea su imposibilidad de consolidar el espacio libre. Muchos desarrolladores no consideran al espacio libre relevante para la desfragmentación, pero lo cierto es que cuanto más grande sea la cantidad de agujeros entre los datos, mayor es la posibilidad de que nuevos archivos terminen fragmentados.
Como todo desfragmentador, su efectividad está relacionada con varios factores, comenzando por la cantidad de datos que tenemos guardados en cada disco, y la basura digital que permanece allí, ya sea en forma de archivos temporales o programas que no hemos tocado durante meses y que bien podrían ser retirados del sistema. No debemos olvidar que cuanto más vacío está un disco duro, más rápido funciona, y esto también se aplica al proceso de desfragmentación. A pesar de sus limitaciones, IObit Smart Defrag 2.0 hace su trabajo bastante bien, y podríamos colocarlo a la par de otros desfragmentadores como Defraggler. Las opciones más robustas siguen perteneciendo al campo comercial, pero si tus sesiones de desfragmentación están espaciadas por un tiempo razonable, esta opción de IObit debería ser suficiente.