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Descubren cómo convertir dióxido de carbono en metanol

El Institute of Bioengineering and Nanotechnology (IBN) de Singapur ha tenido éxito al convertir el dióxido de carbono -el gas acusado de ser uno de los principales culpables del calentamiento global– en metanol. El procedimiento, sencillo y no tóxico, permitirá la obtención de combustible limpio a la vez que se elimina este gas de la atmósfera. ¡Sigue la revolución verde!

El cambio climático que tanto preocupaba a J. G. Ballard se debe en gran parte a la forma descontrolada en que emitimos gases que provocan el llamado “efecto invernadero”. De esos gases, uno de los más nefastos es el dióxido de carbono (CO2) que nuestras industrias y automóviles producen como subproducto de las reacciones químicas que llevan a cabo para funcionar. Se han propuesto muchos sistemas para mitigar su efecto –incluso algunos creen que podríamos enviarlo al espacio– pero lo concreto es que el tiempo pasa y el CO2 sigue con nosotros.

Sin embargo, este oscuro panorama podría cambiar en el futuro, gracias a las investigaciones desarrolladas por los científicos del Institute of Bioengineering and Nanotechnology (IBN, o de Instituto de Bioingeniería y Nanotecnología) de Singapur, que han tenido éxito al poner a punto un proceso capaz de aprovechar el potencial del dióxido de carbono para ser usado como combustible alternativo. Los resultados de sus experimentos han sido publicados por la revista “Angewandt Chemie”, en un artículo que explica de qué forma los catalizadores orgánicos consiguen transformar el dióxido de carbono en metanol mediante un proceso sencillo y no tóxico. El metanol es considerado como uno de los biocombustible más limpios.

Los catalizadores orgánicos – o organocatalizadores-, empleados por los científicos responsables de este avance, están basados en elementos no metálicos que se encuentran presentes en algunos compuestos orgánicos. Tienen nombres de lo más bonitos, como “N-heterocíclicos carbenos (NHC‘s)” o cosas parecidas, pero lo concreto es que se trata de sustancias que pueden almacenarse y manipularse sin riesgos de contaminar el medio ambiente, ya que no contienen metales pesados. Además, pueden producirse de forma sencilla y sin costes elevados. ¿Qué más puede pedirse?

A la hora de hacer sus ensayos, los científicos del IBN hicieron reaccionar dióxido de carbono con el NHC. Opuestamente a lo que ocurre con los catalizadores basados en metales pesados, que normalmente contienen grandes cantidades de componentes tóxicos e inestables, los NHC son extremadamente estables, aún en presencia de oxígeno. Esto permite que la combinación entre el CO2 y los NHC pueda producirse con facilidad y en ambientes secos. Basta una pequeña cantidad de N-heterocíclicos carbenos para que comience la conversión del dióxido de carbono en metanol.

Los compuestos como el NHC han demostrado un enorme potencial para la activación y fijación del dióxido de carbono. Nuestro trabajo puede contribuir a la transformación del exceso de dióxido de carbono existente en el medioambiente en productos útiles tales como el metanol", explicó Siti Nurhaanna Riduan, científico responsable de la investigación. Jackie Y. Ying., director ejecutivo de IBN, agregó que “dentro del contexto de la actual contaminación atmosférica, el cambio climático, y la demanda creciente de combustibles, esperamos proporcionar una alternativa viable de energías limpias para las industrias, a la vez que se elimina el CO2

Escrito por Ariel Palazzesi

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