Este es uno de esos casos en los que la realidad supera a la ficción, y aquellas novelas baratas sobre códigos y mensajes ocultos empalidecen frente a un desafío como este. El llamado “código McCormick” ha estado derritiendo cerebros entre los expertos en criptografía del FBI durante los últimos doce años. Un verdadero manuscrito de Voynich en miniatura, estas dos simples notas repletas de letras, números y paréntesis pueden esconder la razón de la muerte de su creador, y han provocado algo muy llamativo: El FBI se ha rendido, y ha expresado oficialmente su interés de recibir ayuda del público para quebrar este código. ¿Te sientes con suerte?
Ricky McCormick no era lo que se podía decir alguien destacado a simple vista. 41 años, desempleado, sin estudios completos, había cumplido un total de once meses sobre una condena de tres años por abuso de menores, se le conocían al menos cuatro hijos, y recibía una pensión social por discapacidad. El 30 de junio de 1999, McCormick apareció muerto en un campo ubicado a unos 24 kilómetros de su último domicilio registrado, un dato que por sí solo representaba todo un misterio. La última vez que se lo había visto con vida fue cinco días antes, cuando se realizaba una revisión en el hospital St. Louis Forest Park. Pero lo que dejó en jaque a una buena parte del FBI no fue la víctima en sí, sino las dos notas con un extraño código escrito. Según palabras de sus familiares, McCormick usó esta clase de códigos desde pequeño, pero nadie sabía descifrarlos además de él.
Poco más de una década después, el FBI ha tirado la toalla. El caso McCormick ha sido considerado oficialmente como un homicidio, y se cree que el código puede revelar cuál fue el paradero de McCormick durante las 72 horas previas a su muerte, e incluso exponer al posible perpetrador. El 29 de marzo pasado, el FBI realizó una petición para que todos aquellos interesados en descifrar el código McCormick aportaran sus ideas y sugerencias sobre cómo proceder a continuación. Todos los procesos utilizados por la Unidad de Análisis Criptográfico del buró y la ACA (de American Cryptogram Association) lograron resultados nulos. La esperanza radica en encontrar otras muestras del código creado por McCormick, o en las ideas que puedan aportar expertos alrededor del globo para quebrar a esta maraña de números y letras.
El código McCormick se suma a otros misterios criptográficos que continúan desafiando a las mentes modernas. Probablemente el ejemplo más famoso sea el hasta ahora invicto Manuscrito Voynich, el cual asombra no sólo por su complejidad sino también por su longitud, compuesto de aproximadamente 240 páginas. ¿Qué recompensa está ofreciendo el FBI? A nivel monetario, ninguna. De hecho, la agencia apela a la buena voluntad de la gente al recordar que podrían estar asistiendo a las autoridades a la hora de capturar al asesino de McCormick, que aún se encuentra prófugo. Cualquier interesado sólo tiene que dirigirse al enlace de más abajo, y compartir sus ideas.