Existen varias herramientas para comprimir y descomprimir archivos. Algunas son gratuitas, mientras que otras han permanecido dentro de la esfera del shareware durante mucho tiempo. WinZip es una de ellas, y a pesar de cosas como los cambios de versión y las alternativas más robustas, continúa teniendo una importante cantidad de usuarios leales bajo sus alas. Recientemente, sus desarrolladores han publicado una nueva versión que, si bien no aporta mucho en materia de funcionalidad, nos recuerda que nunca es mala idea mantener a nuestro software actualizado.
Aquellos que somos viejos jinetes de Windows desde la versión 95 (e incluso antes) recordamos muy bien al WinZip. Era la herramienta “de facto” a la hora de comprimir y descomprimir archivos. Incluso en ese entonces era shareware, pero aún si no se realizaba el registro, el shareware se convertía en “nagware”, permitiendo su utilización luego de confirmar un mensaje. Desde aquel entonces han cambiado muchas cosas. Las versiones de Windows, los usuarios, y fundamentalmente los descompresores de archivos. Hoy tenemos alternativas como WinRAR (también shareware) y el excelente 7-Zip de código abierto que ha ganado una enorme cantidad de usuarios. Pero WinZip permanece a pesar de todo. Recientemente se ha publicado una nueva versión, un build más solidificando a la generación 15.0.
Aunque en estos días WinZip ofrece un sistema de compresión más elaborado a través del formato .zipx, los dos puntos fuertes de este programa siempre han sido tanto su sencillez de uso como su compatibilidad. De más está decirlo, con WinZip podrás descomprimir a cualquier archivo zip que te encuentres en el camino. Si bien Windows ofrece esta función por defecto, siempre existe la posibilidad de toparse con algún archivo problemático, sin mencionar a aquellos que han sido divididos en varias partes (y con los que Windows suele dar berrinches). Por otro lado, para comprimir archivos sólo hay que arrastrarlos a la ventana. En nuestras pruebas, el formato zipx logró una compresión adicional de un 30 por ciento frente al formato zip convencional, por lo que deberías considerarlo en caso de comprimir archivos durante un largo tiempo.
Cambiar de software de descompresión de la noche a la mañana es casi tan complejo como cambiar de navegador web o de paquete de oficina. Quienes ya se sientan cómodos con WinRAR y 7-Zip no encontrarán ninguna razón para considerar a la nueva versión de WinZip. Sin embargo, este clásico descompresor seguirá siendo una opción no sólo para sus fieles defensores, sino también para quienes desean comprimir archivos sin lidiar con detalles como el tamaño de diccionario o algoritmos avanzados de compresión. WinZip ya lleva quince versiones, y no quedan dudas de que tendrá unas cuantas más.
