Lisandro Pardo
Herramientas para optimizar y mantener al ordenador hay muchas, pero a la hora de medir su rendimiento, algunas opciones consideradas “antiguas” continúan siendo las más populares. La aplicación conocida como Sandra lleva muchos años entre nosotros, desde la fundación de su desarrollador SiSoftware en 1995. Ahora nos encontramos con el último build 18.20 de la edición 2012 SP1, con su clásico batallón de benchmarks que te permitirán conocer de cerca el rendimiento de varios componentes en tu ordenador, y por qué no, si hay algún problema con ellos.
Recuerdo perfectamente cómo podía pasar horas ajustando latencias de memoria para obtener “un poco más” de cada módulo (y coqueteando con la inestabilidad del sistema en el proceso), en aquellas épocas en las que Windows 98 gobernaba el mundo. Para algunos usuarios esto no era más que un simple placebo (aunque aplicar overclocking sobre un Pentium MMX ciertamente no lo era), pero me encantaba ver cómo Sandra reportaba un aumento de siete u ocho megabytes por segundo en las transferencias de memoria. Nadie puede negar que las pruebas que realiza el popular SiSoftware Sandra son sintéticas, y deben ser tomadas más como una guía que como una expresión precisa de rendimiento. Sin embargo, su reputación como una de las herramientas de información y benchmarking más solicitadas no ha cambiado con el paso de los años. Podrás comprobar que muchos sitios de la prensa especializada utilizan a Sandra en su paquete de pruebas, y tú puedes hacer lo mismo de forma gratuita, siempre y cuando sea en privado.
Recientemente apareció en los servidores de descarga la versión 2012 18.20 SP1 de SiSoftware Sandra. Su apariencia ha cambiado mucho desde aquellas antiguas versiones que corríamos en plataformas 9x, pero su objetivo principal se mantiene intacto: Sea el procesador, la memoria RAM, el disco duro u otro componente, Sandra puede obtener información sobre él, y en caso de que exista un módulo disponible, realizar pruebas de rendimiento. Cualquier entusiasta del overclocking que necesite comprobar rápidamente el resultado de sus ajustes seguramente sabrá aprovechar las funciones de Sandra, pero incluso aquellos usuarios que tienen curiosidad sobre su ordenador a pesar de no considerarse a sí mismos tan “técnicos”, encontrarán en Sandra a una aplicación muy interesante.
Al mismo tiempo, no debemos olvidar que realizar benchmarks también genera cierta cuota de estrés sobre los componentes, por lo tanto, si tu ordenador sufre una falla durante un benchmark de Sandra, lo más probable es que tengas un problema cuya solución involucre abrir la carcasa. Sandra está disponible en varias ediciones, comenzando con la Lite, libre de costo para uso privado. La edición “hogareña” cuenta con un total de cinco licencias a un precio de 50 dólares (37€), mientras que las versiones que permiten un uso comercial poseen un costo a partir de los 150€. Sandra continúa siendo todo un clásico sólido para nosotros, que definitivamente conviene tener al alcance de la mano.
