La impresión 3D es un proceso complejo que demanda grandes esfuerzos por parte del usuario. Calibración, filamentos, temperatura, fallos y nuevos intentos definen actualmente a esta tecnología. Sin embargo, un grupo de investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill creó a CLIP, un avanzado sistema de impresión 3D que «cultiva» a la pieza en vez de hacerla capa por capa, utilizando luz ultravioleta y un medio líquido.
Aún representan una inversión muy grande, los filamentos tampoco son particularmente accesibles, y demandan largas sesiones de calibración, pero las impresoras 3D están creciendo a cada paso. El interés de los consumidores es legítimo, y las compañías hacen todo lo posible para desarrollar opciones tanto económicas como fáciles de usar. Estos puntos tal vez requieran «cerrar» un poco el concepto de impresora 3D, muy vinculado al mundo open source gracias a iniciativas como RepRap. Pero también debemos explorar otras opciones, por más extrañas que parezcan. Imagina una impresora 3D que no depende de un filamento tradicional, ni crea a la pieza colocando una capa sobre otra. Todo lo que sale de ella tiene una textura suave, es más resistente a errores, y como si fuera poco, imprime 25 veces más rápido que sus competidoras. Bien, no la imagines más.
La compañía se llama Carbon3D, creada por investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, y la impresora ha sido bautizada CLIP, siglas para «Continuous Liquid Interface Production». ¿Cómo funciona? La impresora 3D posee una bandeja repleta de resina líquida. En la parte inferior, una membrana permite el paso de oxígeno y luz ultravioleta. El oxígeno bloquea el proceso normal de curado en la resina, generando así una zona muerta que nunca se endurece. Acto seguido, la luz ultravioleta comienza a reproducir la pieza (dividida en secciones) apenas por encima de la zona muerta, al mismo tiempo que un brazo especial eleva la impresión, retirándola lentamente de la resina.
Cuando la vi por primera vez, la única palabra que se me ocurrió para describir a CLIP fue hechicería. Luego encontré el vídeo en el que CLIP imprime una réplica de la Torre Eiffel… y sigo pensando en hechicería. El rendimiento de esta impresora y la calidad de sus piezas es impresionante. El hecho de utilizar una «piscina» de resina elimina los problemas de filamentos y extrusores, y como si eso fuera poco, el proceso es 25 veces más rápido que una impresora 3D normal. Aún no tenemos idea sobre su precio, pero todo apunta a que habrá una edición comercial antes de fin de año. En lo personal, creo que es lo mejor de 2015 hasta ahora. Necesitamos esto.