Bueno… técnicamente deberíamos decir «mientras haya una fuente de luz», pero eso no cambia el hecho de que la cámara construida por la Universidad Columbia es impresionante. Los 1.200 fotodiodos que posee no sólo actúan de un modo «tradicional» para grabar imágenes, sino también como si fueran celdas fotovoltaicas, cambiando entre una función y otra de acuerdo a la intensidad de la luz. Con la ayuda de un supercapacitor integrado, la cámara logra prescindir de cualquier batería.
El sensor principal de una cámara tiene varias cosas en común con una celda fotovoltaica. Obviamente, la evolución tecnológica de ambos componentes los mantuvo separados, pero un equipo de investigadores estacionado en la Universidad Columbia decidió reunirlos bajo el concepto de una cámara muy especial. Su resolución es limitada, y apenas puede registrar una imagen por segundo, sin embargo, este prototipo no necesita baterías para funcionar. De hecho, tampoco posee puertos de carga tradicionales. La red de fotodiodos (30 por 40) instalada sobre el PCB trabaja de forma fotoconductiva o fotovoltaica, por lo que estamos (en términos muy relajados) ante una especie de híbrido entre sensor de cámara y mini-celda.
Parte del texto que encontramos en el anuncio oficial explica que la cámara posee un supercapacitor, el cual se recarga de manera casi constante con la luz que ingresa por la lente. El truco aquí es que el supercapacitor necesita un pequeño empujón, o sea, una fuente externa de energía que le permita alcanzar 2.74 voltios. Una vez que el voltaje llega al nivel necesario, la fuente externa es interrumpida. Si la escena mantiene una iluminación promedio de 300 lux, la cámara producirá una imagen por segundo indefinidamente. Con una escena cercana a los 1.200 lux, el supercapacitor puede subir a 3.1 voltios, y operar por más de 20 minutos si su capacidad de recarga (0 lux) se ve bloqueada.
La universidad ha utilizado el término «auto-alimentada» para describir a la cámara, pero creo que es más lógico decir que la cámara puede grabar sin pausas bajo las condiciones adecuadas. Por suerte, dichas condiciones son muy fáciles de alcanzar, lo que convierte en enorme al potencial de este diseño. Hay mucho espacio para miniaturizar, optimizar el rendimiento de los fotodiodos en ambos modos, e integrar sus funciones a otros productos, como dispositivos vestibles, sensores de movimiento, y por qué no smartphones. Imagina un dispositivo móvil que pueda restaurar parte de su batería a través de las cámaras…
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