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Los ordenadores pueden identificar rostros entre variadas formas, diferenciar a un hombre de una mujer y hasta seguir nuestra mirada. Pero un estudiante de la Universidad de Tel Aviv ha ido un poco más allá. Amit Kagian desarrolló un programa capaz de determinar si un rostro femenino es bello o no para su tesis en ciencia informática.
La belleza es subjetiva. Muchas veces lo que juzgamos atractivo se ve influenciado por factores que van más allá de los rasgos físicos y mientras, para algunos, las rubias son irresistibles otros se pierden por las morochas. Lo más interesante de todo es que la mayoría de las personas no puede definir la razón por la que piensan que alguien es atractivo. Sin embargo parece haber ciertas constantes en la consideración general de la belleza y estos son los datos que usa el software de Kagian para detectar los rostros que serían considerados más bellos por la gran mayoría.
“Nuestro software permite que el ordenador complete una tarea compleja de juicio estético, que los humanos no pueden definir exactamente. El juicio estético está ligado al sentimiento y a consideraciones más abstractas, pero hemos logrado que el ordenador lo haga. Esto constituye un avance sustancial en el desarrollo de Inteligencia Artificial” comenta Kagian. Para desarrollar el programa se ingresaron datos obtenidos de una prueba con 30 personas. Los sujetos calificaron la belleza (con puntajes de 1 a 7) de rostros femeninos en decenas de fotografías. Las imágenes fueron procesadas y mapeadas matemáticamente, dando como resultado 98 parámetros que representan la forma geométrica de la cara, así como las características de color de pelo, textura de la piel y simetría facial.
Para poner a prueba el programa se tomaron nuevas fotografías de rostros femeninos y se pidió a un grupo de personas que las calificaran (de acuerdo a su belleza) a la vez que se ingresaban al ordenador para que el programa hiciera su parte de acuerdo a la información que tenía. El resultado fue impresionante: las calificaciones del ordenador coincidieron en gran medida con aquellas realizadas por humanos.
