La impresora es una herramienta fundamental para millones de personas, pero en entornos que necesitan recortar gastos, puede convertirse en un mal necesario, debido a su consumo de papel y el alto costo de las tintas. Sin embargo, un grupo de investigadores chinos parece haber resuelto ambos problemas gracias a un nuevo tipo de papel de impresora reutilizable, que habilita a impresoras convencionales a usar agua en vez de tinta.
Algunas compañías se están tomando muy en serio sus políticas para reducir el consumo de papel. Incluso hemos visto aerolíneas que están reemplazando sus viejos planes de vuelo con tablets, algo llamativo si tenemos en cuenta las regulaciones sobre dispositivos electrónicos en un avión. Por otro lado, todas estas decisiones tienen cierta lógica si tenemos en cuenta que el 40 por ciento de las hojas que se imprimen en una oficina son utilizadas una sola vez. Semejante “costumbre” equivale a un desperdicio impresionante de tinta y papel, y a gastos internos que no paran de crecer. La impresora es uno de los dispositivos que menos cambios ha recibido en los últimos años, más allá de integrarla con un escáner y crear una plataforma multifunción. En esta ocasión, el profesor de química Sean Zhang, estacionado en la Universidad Jilin de China, desarrolló junto a su equipo un papel de impresora especial cubierto de tinturas que son invisibles cuando están secas, pero que reaccionan temporalmente con la humedad. De este modo, una impresora puede imprimir sobre el papel usando agua en vez de tinta.
Aún así, el aspecto más importante es que el papel puede ser reutilizado. El texto solamente es visible por un plazo de 22 horas, suficiente para cualquier día de oficina, y una vez que se ha secado, nada impide que el papel regrese a la impresora para recibir otra impresión. Las pruebas se realizaron con una impresora de chorro de tinta normal, con la diferencia de que su cartucho principal fue cargado con agua. El papel tiene la capacidad de ser reutilizado un mínimo de 50 veces, y sus desarrolladores han logrado producir cuatro colores diferentes. Ahora resta realizar pruebas adicionales para verificar la seguridad de las tinturas en el papel, y si todo sale bien, la promesa de reducir los costos al 1 por ciento de lo que cuesta imprimir una hoja con tinta, debería acelerar su llegada al mercado.