La carrera de los megapíxeles puede haber perdido su brillo en el mercado de consumo, pero en entornos de laboratorio, evidentemente se trata de un límite a superar, tan así que ya no se habla de “mega”, sino de gigapíxeles. Un equipo de ingenieros de la Universidad Duke y la Universidad de Arizona ha desarrollado una cámara con unos escalofriantes 50 gigapíxeles de resolución. Se necesitó de un total de 98 cámaras para llegar a semejante valor, pero sus creadores están convencidos de que el diseño de los componentes podrá simplificarse dentro de los siguientes cinco años, a un punto en que las cámaras con resolución gigapíxel serán una realidad entre dispositivos móviles.
Pregúntale a una persona para qué quiere una cámara de 17 megapíxeles, y a menos que sea un profesional o un entusiasta “muy” dedicado, tal vez no obtengas una respuesta demasiado clara. Ahora, pregúntale a una agencia gubernamental por qué decide financiar la creación de una cámara de 50 gigapíxeles, y aunque no recibas una respuesta directa, inevitablemente sabes que van a usarla para algo. Tal y como lo indica su nombre, estamos ante más de cincuenta mil millones de píxeles en un único disparo. La Universidad Duke y la Universidad de Arizona son los dos centros educativos de los que provienen los ingenieros relacionados con este proyecto, mientras que la “agencia” antes mencionada no es otra más que DARPA.
¿Cómo lo lograron? En total, la cámara está compuesta por otras 98 cámaras más pequeñas. Cada una de esas cámaras tiene como objetivo capturar la imagen de una región exclusiva del campo visual. La compleja plataforma de hardware se encarga de procesar y unir a las imágenes adecuadamente. Con la idea de evitar errores, cada imagen se captura con cierto grado de superposición. La cámara tiene un alto y un ancho de 76.2 centímetros, mientras que su profundidad es de 50.8 centímetros. De acuerdo a la publicación, solamente el tres por ciento de los componentes de la cámara están asociados al aspecto óptico, mientras que el resto es todo un laberinto de cables y controladores, con la siempre presente necesidad de detectar cualquier indicio de sobrecalentamiento.
La mejor parte es que los mismos desarrolladores creen que en apenas media década, la tecnología involucrada estará lo suficientemente miniaturizada y optimizada para que se abra la era de la “fotografía gigapíxel” en dispositivos móviles. Algunas empresas se encuentran en camino, como es el caso de Nokia con su smartphone de 41 megapíxeles, ya disponible en el mercado. Por supuesto, 41 megapíxeles no pueden ni zumbar junto a 50 gigapíxeles, pero ese fue un salto drástico en comparación con otros móviles. Si cada uno de estos saltos evolutivos mantiene la misma envergadura, creo que el anticipo de los desarrolladores estará más acertado de lo que imaginamos. Aún así, una pregunta válida sería qué tan práctico resultará usar dicha resolución. Si los cálculos no me fallan, el tamaño estaría cerca de los 150 GB por imagen en formato BMP, y eso, hay que guardarlo en algún lado…