Nace una nueva formación política en la línea del Partido Pirata en cuanto a su modernidad aunque no en el concepto. La era de la información y su motor principal, la Red, tiene tanta importancia en nuestra sociedad que algunas personas comprometidas con esta causa no han podido resistir la tentación de unirse en una agrupación política que va mucho mas allá de querer defender a los internautas. Su objetivo es regenerar la democracia participativa gracias a las posibilidades que ofrece Internet y sea cual sea la opinión política. Genial.
La clase política se encuentra totalmente devaluada, denostada y despreciada por la gente. La corrupción, las ansias de poder, la ausencia de proyectos y la falta de representación real de los ciudadanos han ido minando la credibilidad de esta casta y desanimando a todos aquellos que algún día creyeron en la democracia y la soberanía popular. Y se lo han ganado a pulso, la verdad. Hoy la palabra político es sinónimo de un montón de adjetivos peyorativos que concuerdan con las actuaciones que vienen realizando estos individuos en cuanto llegan al poder, sin importarles la opinión de sus propios votantes o mucho menos las del resto del país.
Ernest Payà, coordinador territorial de un nuevo partido llamado PDI (Partido de Internet), cree que existe una esperanza para que podamos recuperar la fe en nuestros dirigentes. Se definen como “movimiento que se constituye como partido cívico-político para regenerar la democracia, cumpliendo con la legislación vigente, mediante una herramienta de voto electrónico y el nuevo DNI”. Y sus objetivos no pueden ser mas interesantes, abogando por "la participación ciudadana en el proceso de decisiones nacionales, con la intención de poner a la clase política al servicio de la sociedad y regenerar la democracia en España”. Ni siquiera tienen intención de continuidad (cosa insólita en un político), pues el propio Payá declara que “a la larga queremos que el Partido de Internet desaparezca y que sea el ciudadano que vote directamente cualquier ley o situación que le afecte”.
El Partido de Internet se creó hace sólo 6 meses y por ahora cuenta con un presupuesto de algo más de 1000 euros, dinero que ha ingresado los socios fundacionales y que ponen a disposición del partido para comenzar su andadura en el mundo de la política. Tienen intención de presentarse a las elecciones españolas del 2012 y a las Europeas del 2013 e, incluso, se están pensando entrar a las municipales. Ya cuentan con 600 afiliados, 2.500 personas en su grupo de Facebook y cuentan con 22 delegaciones territoriales. Sus planes para regenerar la democracia pasan porque los posibles diputados que consigan voten únicamente lo que se decida “proporcionalmente por Internet en cada momento” a través de la Web del partido. El político se convierte así en una herramienta pura de representación sin capacidad de decisión en las votaciones.
Sería el ejemplo del equilibrio ideal entre la representación popular directa y la democracia representativa pues integra ventajas de ambos modelos. No hay que confundir (ni por asomo) lo que plantea este grupo con las ideas básicas del Partido Pirata. La nueva formación no pretende erigirse como defensora a ultranza de las inquietudes de los internautas. Lo que intenta es convertirse en un vehículo perfecto para representar las ideas (cualquiera) de todos los ciudadanos en cada momento, sin tener que obligarlos a tomar decisiones en bloque, como suelen hacer los partidos tradicionales.
No cae en los peligros de la democracia directa pura, como ocurre en la Wikipedia o como sucedió en la elección del Chikilicuatre, donde sólo votan las personas interesadas en ese momento,. En el PDI también contará la opinión de quienes participen por medio de representantes. Y el medio para conseguirlo es Internet, vía ideal por su rapidez, popularidad y sencillez. Como sistema seguro para emitir el voto se prevé el uso del DNI electrónico
Este interesante sistema político va dirigido a las siguientes personas:
• A quienes votan al partido UNO para que no salga el partido DOS, que es peor. Alternativa: Votas al PDI en las elecciones y después en la plataforma del PDI especificas “en cada votación del Congreso quiero votar lo mismo que el partido UNO”. De este modo, el partido UNO tiene tu apoyo por ejemplo para formar gobierno, pero cuando quieras participar, tú tienes la última palabra en el Congreso.
• A quienes votan en blanco o no votan. A través del PDI puedes mostrar inconformidad con las alternativas, por ejemplo absteniéndote o votando NO en todas las decisiones.
• A quienes quieren listas abiertas. Cualquiera puede presentarse a las listas del PDI y cualquiera puede votarlas, en unas elecciones previas a los comicios electorales.
• A quienes quieren democracia directa: si quieres puedes participar en todas las decisiones y no tener representante.
Puedes afiliarte por 1 euro al año y mediante la plataforma del PDI tendrás siempre a tu disposición una herramienta poderosísima con la que podrás hacer llegar tus votos en el sentido que más te apetezca. Podríamos denominar a esto Democracia 2.0, un punto de partida moderno que concentra la filosofía de la era de la información y aprovecha todas sus ventajas para convertir Internet en un potente medio de representación de la voluntad popular. Nadie puede olvidar que la Red es el acontecimiento más importante del siglo XXI y tampoco debería olvidar que su avance es imparable y que el futuro lleva su nombre grabado a fuego en la solapa.