Recientemente mencioné que el potencial de las impresoras 3D es gigantesco. Probablemente haya pocas cosas que no puedan ser creadas con uno de estos dispositivos, pero las armas no parecen estar entre ellas. La fabricación de un arma casera no tiene nada de nuevo. Sin embargo, lo que propone la gente de Defense Distributed es que una persona con acceso a una impresora 3D pueda literalmente “imprimir un arma” en su hogar. El pensamiento general indica que el arma sería impráctica y muy peligrosa para quien la dispara, pero los defensores del proyecto indican que sólo bastaría con una bala o dos…
Cualquiera que tenga acceso a los materiales y las herramientas necesarias puede fabricar un arma de fuego en su hogar. Sin ir más lejos, la Web tiene su cuota de planos para aquellos que saben en dónde buscar. En caso de que alguien no tenga las herramientas, ya existen sitios dedicados a fabricar partes específicas. Las réplicas no son algo extraño en el mundo de las armas, y eso no va a cambiar en el corto plazo. En lo que es territorio estadounidense, hablar de armas es entrar en un territorio bastante espinoso. La Primera Enmienda garantiza el derecho a la libertad de expresión, mientras que la Segunda Enmienda defiende el derecho de poseer y portar armas de fuego. Por lo tanto, si alguien presenta un proyecto que enseña a cualquier interesado a utilizar una impresora 3D para crear sus propias armas, tiene el respaldo técnico de ambas enmiendas.
https://www.youtube.com/watch?v=Q5cwP1HmEGo
Así es que como apareció recientemente un proyecto de la gente de Defense Distributed llamado “The Wiki Weapon”. Básicamente sería un plano, un archivo con la información suficiente para que cualquiera con acceso a una impresora 3D de “bajo costo” (como por ejemplo la RepRap), pueda imprimir su propia arma. El diseño en cuestión no busca que el arma obedezca a los actuales parámetros de diseño o durabilidad (después de todo, el arma sería de plástico ABS), sino que cumpla con su función, que es contar con capacidad letal al menos en una ocasión. Desde cierto punto de vista, Defense Distributed busca “democratizar” la fabricación de armas. De la misma forma en que una RepRap puede imprimir las partes para crear un clon suyo, allí en donde haya un ordenador y una impresora 3D, puede haber un arma de fuego, o al menos, las piezas principales para crear una.
Como podrán imaginar, el proyecto generó una tormenta de discusiones. Las críticas principales se concentran sobre el hecho de intentar fabricar un arma de plástico, lo cual sería peligroso para el usuario (además de requerir una buena cantidad de partes de metal de todos modos), y desde cierto punto de vista permitirá que aquellas personas sin los requerimientos legales para adquirir un arma puedan hacer una en su habitación desde un ordenador. Defense Distributed necesita fondos para comprar o alquilar una impresora Stratasys (promedian los diez mil dólares) con el objetivo de desarrollar el prototipo y luego convertirlo a un plano compatible con RepRap y sistemas similares, pero su campaña en IndieGoGo fue cancelada debido a “actividad inusual” en la cuenta, algo que se estaría investigando. Aún así, están recibiendo dinero a través de Bitcoins, por lo que queda claro que hay cierto interés en ver a este proyecto en funcionamiento.