Uno nunca sabe para qué lado lo va a llevar el destino. Quizás te lleve por el sendero de la villanía o quizás seas el nuevo salvador de la humanidad. Lo que en Neoteo procuramos es que, del lado del mal o del lado del bien, nuestros lectores posean todo el conocimiento necesario sobre el arduo trabajo de ser un superhéroe. Por eso, hoy hablaremos del punto débil, de la vulnerabilidad que estos personajes poseen y que no pueden evitar. Colores, minerales e incluso el paso del tiempo hacen a estos hombres, mujeres o “cosas” abandonar sus trajes de invencibles. ¿Quieres saber por dónde atacar a tu superhéroes favorito en tu próxima batalla? Pues entonces lee este artículo que habla sobre esas fragilidades que ellos no quieren que tú conozcas.
Si quieres transformarte en un superhéroe te recomiendo que busques algún lugar radiactivo y acampes a la espera de que el uranio enriquecido te de su toque de gracia. Puedes buscar algún insecto (elige el que más te guste) y tratar de que te pique y te contagie sus características. O puedes acercarte a algún objeto mágico y esperar a que algún poder te una con él. ¿Ya tienes tu poder? ¿Todavía no? Bueno, ve entonces al laboratorio de algún científico loco y entrégate a sus experimentos. ¿Nada? Entonces espera a que llegue algo del espacio exterior y únete a él. Quizás tengas suerte y en alguna nave interestelar venga algún elemento poderoso y desconocido en la Tierra que te de poderes únicos. Y si todavía nada de esto da resultado, entonces date por vencido, porque aquellos que no han estado en el medio de cataclismos nucleares, ni fueron picados por bichos extraños, o no nacieron con alguna mutación genética divertida se transforman en superhéroes a pura desgracia. Pregúntale a Punisher o a Batman si ellos no hubieran preferido ser simples mortales antes de sufrir todo lo que han sufrido. Pero bueno, veo que se te ha metido en la cabeza y lo has logrado: ya eres un superhéroe. ¿Te crees que todo el universo te pertenece? No, amigo. No te confundas. Todos tenemos nuestro talón de Aquiles. Todos somos vulnerables.
Los puntos débiles de nuestros superhéroes favoritos son de lo más curiosos e increíbles. Algunos son bastante tontos a decir verdad. Muchas vulnerabilidades tienen que ver con sus propias características, aquellas que los distinguen del resto de los mortales. Por ejemplo, si quieres salvar el mundo junto a Aquaman asegúrate de tener una pecera cerca, porque su piel escamosa necesita estar continuamente hidratada. Si bien es capaz de comunicarse telepáticamente con todos los animales marinos, respirar bajo el agua y nadar como un atleta olímpico, lleva a tus enemigos a pelear cerca de algún río porque nuestro héroe necesita estar bien mojado para dar lo mejor de sí. Ahora, si te acercas a un guerrero Saiyajin que habitó el destruido Planeta Vegeta, ten cuidado en no pisar su cola de mono, porque por más que parezcan seres humanos superpoderosos, con cabellos fulgurosos y masas corporales envidiables, solamente los guerreros de clase alta superan un pisotón sobre sus partes púdicas. Si conoces a Flash, admira su poder de correr con máxima rapidez pero adviértele que no lo haga a la velocidad de la luz (muchos velocistas escarlata han perecido en el intento). Y si lo ves a Wolverine avísale que su esqueleto de adamantium no puede escapar a la fuerza de un campo magnético. ¡Alejen los imanes de las heladeras!
Ciertos elementos del universo también ejercen su poder sobre nuestros salvadores. Alan Scott, el primero en llevar el nombre de Linterna Verde, vuela y manipula energía con un cuerpo dentro del cual arde la llama verde del Corazón Estelar. Pero no lo acerques a un pedazo de madera o le arrojes un potus por la cabeza porque pierde todo su poder. Algo similar le sucede a Martian Manhunter a quien lo afecta física y psicológicamente el fuego (por eso no sopla las velitas en su cumpleaños). Igual, nada se parece a la vulnerabilidad del archiconocido Superman. ¡El hombre de acero se debilita con minerales de su antiguo planeta Krypton! La kriptonita (verde, roja, dorada, azul, blanca, negra, etc.) anula sus poderes y le produce dolores y nauseas al por mayor. ¡Incluso puede llegar a matarlo! Además, el plomo es la única sustancia a través de la cual Superman no puede utilizar su visión de rayos X. Pero el dato más increíble es que se han registrado casos en que este superhéroe pierde parte de sus poderes cuando alguien lo ataca… ¡Con magia! ¡No traten de adivinarle una carta porque se puede morir!
Además de las hamburguesas y el alcohol, el hombre, al igual que los superhéroes, necesita del sol. Hay casos registrados en los que el mismísimo Superman se sintió flojito cuando el sol está bajo y se vuelve rojizo (mi abuela decía que eso pasa cuando está por llover), pero nadie sufre más la falta de luz solar que Harvey Birdman. Este ex–superhéroe devenido en abogado no puede usar anteojos o protector contra los rayos UV. Necesita de la estrella más famosa de la vía láctea para obtener su energía y superpoderes, así que no coloquen esa sombrilla si no quieren ver sufrir a este hombre-ave… ¡Y no se olviden de arrojarle semillas en la plaza para alimentarlo!
Ciertas debilidades son realmente curiosas: los Linterna Verde (son 3600 patrullando todo el universo), por ejemplo, se han hecho tan fanáticos de su tonalidad esperanzadora que son vulnerables al color amarillo (por una supuesta impureza de ese color en la Batería Central de Poder que es la fuente de energía de sus anillos). ¡Eso quiere decir que si nuestra seguridad dependiese únicamente de estos superhéroes un patito de goma mutante podría adueñarse del universo! Otro hecho llamativo es lo frágil que se vuelve el gritón de Venom frente a los sonidos fuertes. ¡Díganle a Peter Parker que lo invite a un recital de Rammstein! Y nunca le levanten la mano a una dama y mucho menos jueguen con sus armas. Que a nadie se le ocurra tomar el Lazo de la Verdad de La Mujer Maravilla y atarla con él (aunque tu mente picarona ya lo debe estar imaginando). ¡La vuelve una viejita indefensa!
Antes de terminar este artículo, no podemos dejar de citar esos personajes que por las curiosas vueltas del destino se han convertido en superhéroes. Tony Stark, por ejemplo, es admirado en todo el mundo por estar debajo del traje de Iron Man. A lo largo de su vida, el empresario y científico que experimenta con armas sufrió problemas cardíacos, alcoholismo, cáncer, impotencia, problemas financieros… ¿Acaso a eso le llaman “Superhéroe”? ¡Sí, sin dudas eso es un verdadero superhéroe! Lo mismo va para Batman (mi preferido), el único que se debilita con el normal paso del tiempo (o un buen tiro en la frente). El único que necesita de su mayordomo Alfred para curar sus heridas. Eso es ser un verdadero superhéroe: ser un simple mortal que se juega la vida por los demás.
De esta manera concluimos esta guía práctica sobre las debilidades de los superhéroes. Les pido prudencia y recato: cualquier villano podría estar leyendo esta nota. Lo importante es saber que esos sujetos admirados por todos nosotros no son seres invencibles. Son como tú y yo. Con fuerzas y debilidades. Con pros y contras. Con capas y antifaces. Ayudémoslos y mantengamos sus secretos íntimos bien guardados: uno nunca sabe cuando va a necesitar la ayuda de un mutante aguerrido o un extraterrestre bondadoso.