En 2006, Dead Rising sorprendió a muchos por la divertida y fresca experiencia que ofrecía. Ahora llega Dead Rising 2, que es básicamente un calco del original, pero aumentado a su máxima expresión. El mundo es mucho más grande, hay más cosas para hacer, la historia es mejor y han agregado un sistema para combinar objetos cotidianos resultando en todo tipo de armas sangrientas que te ayudarán a hacerte camino entre las hordas de zombies que pululan a lo largo y ancho de Fortune City.
Cuando Microsoft lanzó la Xbox 360, allá por 2005, uno de los juegos exclusivos más esperados era Dead rising, perfecto para los fanáticos de los zombies. El título salió en 2006 y, a pesar de estar repleto de problemas, recibió muy buenas críticas. Ahora, cuatro años después, Capcom lanza la secuela, que mantiene muchas de esas cosas que hacían tan especial al primero, pero también corrige muchos de los problemas que lo plagaban.
Tal como dice su nombre, Dead Rising 2 es una secuela directa al juego original y aunque el protagonista no es el mimso, la epidemia zombie sigue destruyendo todo a su paso. En este caso, Frank West le deja su lugar a otro intrépido protagonista, conocido como Chuck Green. Chuck comienza en Fortune City (el reemplazo de Las Vegas, luego de ser destruido por zombies) intentando ganar dinero para huir de la ciudad junto a su hija infectada. Y en la nueva ciudad, la mejor manera de ganar dinero es participando de un sangriento juego matando la mayor cantidad de zombies posible. Mientras tanto, en las afueras del edifcio hay un movimiento de la organización CURE, para que dejen de utilizar a los zombies como objetos de diversión e intenten curarlos.
Por supuesto, todo se hunde en caos cuando alguien deja sueltos a los zombies y comienzan a propagarse por toda la ciudad. Y no es suficiente que Chuck queda junto a su hija y pocos sobrevivientes en un refugio, sino que alguien lo culpa a él del incidente, lo que lo obliga a tener que probar su inocencia en 72 horas, antes de que lleguen los militares a rescatarlos. De esta manera, Chuck Green queda libre para vagar por la ciudad, rescatando sobrevivientes, matando zombies de maneras creativas y buscando Zombrex cada 24 horas, para que su hija infectada le escape a la muerte. Aún mejor que la historia original, los personajes de esta secuela son todos excelentes estereotipos de las películas de zombies y eso es lo que lo hace tan divertido. Todo en pantalla es completamente ridículo y, por supuesto, no puedes dejar de verlo.
Si no has jugado al primero, lo que más te llamará la atención es su estructura. Aquí no tienes checkpoints y solo puedes guardar cada vez que encuentras un baño (y no hay muchos de ellos). Es decir que si has hecho un montón de cosas, no has salvado la partida y mueres, debes comenzar desde el último punto donde hayas guardado. El cambio positivo, es que ahora tienes tres lugares para guardar tu partida, lo que te permite volver hacia atrás si perdiste un arma u ocurrió algo con lo que no estás de satisfecho.
Esto seguramente será un punto negativo para muchos, pero el lado positivo es que esta estructura ofrece una enorme libertad para vagar por toda la ciudad haciendo lo que te plazca. Puedes juntar todo tipo de armas, cada una con sus características; matar zombies a placer y rescatar sobrevivientes. En todo momento tendrás contacto con un personaje que está monitoreando las cámaras y te ofrecerá misiones constantemente para rescatar sobrevivientes. Rescatar sobrevivientes te da PP, que son los puntos que utilizas para subir de nivel, lo que aumenta todas tus estadísticas y te permite aprender nuevos tipos de ataques.
Rescatar sobrevivientes es mucho más divertido que antes, ya que ahora ellos pueden cuidarse solos. Y hasta aquellos que no tienen armas pueden llegar a destino sin muchos problemas. Eso sí, aunque tienes libertad para hacer lo que quieras, todas las misiones tienen un tiempo de vencimiento, es decir que siempre hay cosas para hacer y pocas veces tendrás tiempo libre. Además de encontrar sobrevivientes, debes conseguir Zombrex cada 24 horas, lo que es un gran problema. Aunque la primera vez te dicen dónde encontrarlo, nunca más vuelven a decirlo y solo te informan que si no tienes, puedes conseguirlo en la tienda por un precio. Esto es un problema, porque encontrar Zombrex es tan difícil, que siempre terminarás comprándolo en la tienda, lo que es un viaje aún más largo.
Finalmente, además de rescatar sobrevivientes, hacer las misiones principales y encontrar Zombres, te podrás encontrar con distintos eventos aleatorios que te obligan a pelear contra un personaje especial. Aunque estos mometnos están muy bien escritos y dirigidos, y son muy divertidos de jugar, son muy difíciles. Esto no sería un problema si hubiese un checkpoint justo al principio, pero como no lo hay, lo más probable es que pierdas y tengas que volver a empezar desde el último punto que guardaste, intentando evitar ese evento hasta que estés más preparado. Básicamente es una buena idea mal implementada.
A medida que juntes PP y subas de nivel, se te revelarán distintas tarjetas que te muestran cómo combinar dos objetos para hacer armas aún más mortíferas. Lo interesante es que no es necesario tener las tarjetas para hacerlo, de modo que puedes intentar distintas combinaciones y ver si tienes suerte. Con esta nueva opción puedes hacer cosas simples, como sables láser o, algo un poco más complejo, como un balde y varios taladros que decapitan zombies. Hay una enorme cantidad de opciones y tendrás que seguir jugando luego de terminar la historia para ver todo lo que puedes combinar. Es cierto que el sistema tiene sus limitaciones, ya que solo puedes crear lo que fue diseñado, pero han creado variedad suficiente para dejar a cualquier jugador satisfecho.
Pero claro, tal como el original, Dead Rising 2 no es perfecto y está lejos de serlo. Una de las primeras cosas que notarás, es que carga constantemente. La mayoría de las veces que entras o sales de un lugar, carga más de una vez. Si se acerca un corte de escena, carga. Y si hay dos salidas muy cercanas, no tendrá problemas en cargar en ambas puertas de salida. En Dead Rising 2 las pantallas de carga están por todos lados y son insoportables. Pero eso no es lo único, también hay ciertos problemas con los controles, que a diferencia del original, por lo general funcionan bien. Eso sí, manejar vehículos veloces, no se lo recomendamos a nadie. Finalmente, tampoco puedes marcar puntos de interés en el mapa, de modo que tienes que aprenderte bien las idas y vueltas del lugar.
Una de las principales diferencias entre este tíulo y su predecesor es que este ofrece un modo multijugador, aunque limitado. Puedes jugar cooperativamente con amigos, ambos siendo Chuck y matando zombies juntos, pero es obligatorio que ambos permanezcan en la misma zona del mapa. El modo competitivo es un poco menos entretenido, ya que compites con hasta cuatro amigos en distintos minijuegos cuyo ganador se lleva dinero y PP que luego puede usar en su campaña principal.
En definitiva, Dead Rising 2 es aún más Dead Rising, con ciertos problemas exasperantes del primero corregidos. Por supuesto, eso no quiere decir que esta secuela no tenga otros problemas exasperantes, pero por fortuna son menos frecuentes. Lo importante es que corretear libremente matando zombies de maneras creativas sigue siendo muy divertido y ahora lo es aún más gracias a la opción de combinar objetos que resultan en armas ultra violentas. A todo esto le sumamos el paso frenético de las misiones que te tienen corriendo constantemente de un lado a otro cumpliendo objetivos y tienes una receta muy difícil de ignorar. Puedes conseguir Dead Rising 2 para PC por €36,95, Xbox 360 y PlayStation 3 por €62,95.
Puntaje: 86%
Conclusión: Una secuela que construye sobre el original para ofrecer algo que es similar al primero, pero mejor que cada uno de sus aspectos.
