En estos últimos años se han llevado a cabo múltiples proyectos relacionados con prótesis, algunos más complejos que otros. Los ejemplos más avanzados involucran a una interfaz directa con el cerebro para mejorar la interacción de la prótesis. Y la gente de DARPA, la súper agencia de proyectos algo locos que tiene el gobierno estadounidense, está a punto de comenzar las primeras pruebas de lo que será una prótesis controlada con la mente, ya mencionada antes aquí en NeoTeo.
Las prótesis han evolucionado de forma radical con el paso del tiempo, desde los primeros intentos con garras y cables de metal, hasta diseños complejos y avanzados hechos en fibra de carbono. Sin embargo, por más que pueda tener una resistencia excelente, una prótesis se mide por la capacidad que le entrega a su usuario en materia de utilidad y movimiento. Hasta ahora, los resultados han sido más o menos limitados. Aún se está lejos de restaurar la funcionalidad completa de un brazo humano, principalmente por la gigantesca cantidad de datos provenientes del cerebro que generan algo tan aparentemente sencillo como tomar una taza de té o girar un picaporte. Una solución que se ha estado estudiando durante los últimos años es la posibilidad de implantar interfaces de forma directa sobre la corteza cerebral, para obtener las lecturas suficientes que hagan funcionar a la prótesis. Hemos visto algunos ejemplos en el pasado, pero ahora, es el turno de nada menos que DARPA.
De hecho, la agencia parece estar lista para comenzar con las pruebas, lo que significa que algunos pacientes seleccionados será sometidos a complejas cirugías cerebrales para instalar interfaces neurales compatibles. Los investigadores probarán el Miembro Prostético Modular en un ser humano, luego de recibir más de 34 millones de dólares para avanzar con el proyecto. La prótesis tendrá movimiento independiente para cada uno de sus dedos, y un ángulo de 22 grados de desplazamiento. Su peso total es de poco más de cuatro kilogramos, un peso muy similar al de un brazo humano real. La prótesis recibirá los datos necesarios provenientes de las interfaces neurales instaladas en el cerebro, una transmisión directa y lo suficientemente rápida como para ofrecer una capacidad de movimiento bastante amplia. Entre algunos de los objetivos, se espera que con la prótesis sea posible sostener algo común como una taza de café.
Dentro de los próximos dos años, DARPA planea evaluar la nueva prótesis en un total de cinco pacientes. Un importante grupo de universidades respaldadas por DARPA desarrollará funciones adicionales para la prótesis, como por ejemplo la incorporación de sensaciones de tacto y presión. Aún así, todavía queda un importante detalle por resolver, y es el rápido deterioro al que se ven sometidas las interfaces en el cerebro. La tecnología actual permite una utilidad de solamente dos años, pero como era de esperarse, DARPA ya se encuentra trabajando en ello. No estamos seguros de cuándo llegará una tecnología como esta a los círculos civiles, pero no les deseamos otra cosa más que lo mejor. Después de todo, DARPA ha logrado hacer cosas que hoy en día son fundamentales. Puede que lo logren otra vez con esta prótesis…