Una de las características más frustrantes que tienen las balas de toda la vida, es que su trayectoria es imposible de modificar una vez que ha abandonado el cañón del arma que las disparó. Pueden ser desviadas por el viento o la gravedad, pero no mediante nuestra intervención. Sin embargo, DARPA cree que puede cambiar este hecho, y ha invertido más de 15 millones de euros en balas que pueden “doblar”.
Se trata de un proyecto diferente a aquel que debe proveer al ejército de balas guiadas por láser. En este caso, DARPA está buscando poner a punto un rifle que permita modificar la trayectoria de los proyectiles calibre .50, una vez que han abandonado el extremo de su cañón. Suena como algo bastante loco, pero si lo pensamos un poco nos daremos cuenta que exactamente el tipo de proyecto que le gusta financiar a la agencia norteamericana.
Lockheed Martin, el contratista que parece ser la niña mimada del gobierno estadounidense, ha recibido unos 22 millones de dólares para desarrollar “Exacto” (por Extreme Accuracy Tasked Ordnance, algo así como Artefacto para Tareas de Extrema Precisión). Si el sistema funciona “proporcionará una nueva y dramática capacidad a las fuerzas militares de EE.UU. “, dicen en DARPA. “La utilización de una bala controlada activamente permitirá contrarrestar los efectos ambientales tales como el viento cruzado y las variaciones en la densidad del aire. Esta característica tendría el beneficio adicional de ofrecer mayor precisión y alcance, a la vez que reduce la necesidad de formación de los soldados“.
Seguramente debido a alguna cuestión estratégica, DARPA no ha publicado datos referidos a los plazos en que debe estar acabado el proyecto o a la forma en que los proyectiles pueden modificar su trayectoria. Pero a pesar de que se trata de información clasificada, se sabe que el calibre de los balas será .50 y que “serán controlados activamente”. Para lograr esto se necesita poner a bordo del proyectíl electrónica y actuadores encargados de recibir las instrucciones desde el fusíl (u otra fuente) y ejecutarlas. Realmente, es el sueño de un francotirador hecho realidad.