Daniel Tammet tiene una memoria prodigiosa y una habilidad para el cálculo mental impresionante, gracias a su capacidad sinestésica de “sentir” y “ver” los números como parte de un paisaje dentro de su mente. Las personas como Tammet perciben correspondencias entre tonos de color, tonos de sonidos e intensidades de los sabores de forma involuntaria, permitiéndoles realizar cosas que el resto de los humanos no podemos hacer. También puede hablar infinidad de idiomas y es capaz de aprender un idioma nuevo en muy poco tiempo. Pero, ¿quién es Daniel Tammet?
Daniel Paul Tammet nació el 31 de enero de 1979 en Gran Bretaña. Se ha hecho famoso gracias a su habilidad para realizar cálculos mentalmente, aprender idiomas o recordar un gran número de dígitos de PI. Es el primero de una serie de nueve hermanos y proviene de una típica familia de clase media londinense. Según cuenta en un libro que recoge sus memorias, Born on a Blue Day (Nacido en un día azul), algunas dolencias como la epilepsia, la sinestesia y el síndrome de Asperger le acompañaron durante toda su infancia y son en gran medida las responsables de sus extrañas habilidades mentales.
En alguna oportunidad hemos hablado de la sinestesia, esa extraña dolencia que permite a quienes la padecen asociar entre sí sensaciones provenientes de sentidos diferentes. En el caso de Tammet, la habilidad de “sentir” los números como colores se ha desarrollado en un grado inusual. En la mente de Daniel cada número posee una forma, color, textura y emoción única. Sumado a la sinestesia, Tamment padece también algún grado de autismo. De hecho, cuando era pequeño se le diagnosticó esta dolencia, pero recibió una educación que le permitió relacionarse socialmente bastante bien. Un pequeño porcentaje -alrededor del 10%- de los autistas son auténticos “machacadores de números“, y parece que Daniel se encuentra dentro de este grupo.
El profesor Allan Snyder, de la Universidad Nacional de Australia, explica que el caso de Tammet es único, porque mientras “los autistas generalmente no son capaces de describir cómo hacen lo que hacen -simplemente, llegan a ello- Daniel puede describir lo que su mente ve.” La mente de este joven puede “ver” los resultados de complejas operaciones matemáticas sin esfuerzo, como parte de un paisaje que recrea su mente inconsciente. Por ejemplo, es capaz de distinguir a simple vista si un número es primo o compuesto. Su particular forma de “ver” los números le hace percibirlos como “feos” (caso del 289), o como “atractivos” (el 333, por ejemplo). Otros, como el 6, no provocan en Tammet ningún sentimiento especial.
Tammet posee una memoria prodigiosa. Aunque lejos de los más de 150 mil decimales del número Pi que ha recitado el colombiano Jaime García ante los alumnos de la Facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense de Madrid hace un par de años, Daniel es capaz de recordar unos 22.514 dígitos de esta constante matemática. A lo largo de los años este hombre ha demostrado una increíble capacidad para aprender idiomas. De hecho, habla 11 lenguas incluyendo inglés, francés, finés, alemán, español, lituano, rumano, estonio, islandés, galés y esperanto.
Tal como le ocurre con los números, los idiomas representan para él colores o estímulos diferentes. Esto permite que algunos, como el estonio, le resulten particularmente interesantes gracias a la cantidad de vocales que emplea. También es capaz de aprender idiomas nuevos en muy poco tiempo. Por ejemplo, fue retado a aprender islandés en una semana como parte de un documental sobre su vida que realizó el Channel Five, y siete días después apareció en la televisión islandesa conversando fluidamente en esa lengua.
¿Es Tammet un genio? Posiblemente no. Es indudable que posee una memoria y capacidad de cálculo inusuales, que le permiten “almacenar” grandes cantidades de datos o repetirlos casi sin esfuerzo. También puede hacer cálculos mucho más rápidos que otras personas. Pero esto no lo convierte en un genio. La genialidad pasa por otro lado, quizás lejos de las extraordinaria capacidades de este joven, ya que cualquier ordenador hace esos mismos trucos y nadie los considera “genios”.
Por supuesto, aunque todas esas dolencias han hecho de Tammet una persona muy notable en algunos aspectos, también le han resultado una pesada carga a nivel social, ya que tiene dificultadas para “leer entre líneas” o entender el lenguaje corporal más sencillo. Tammet tampoco es más listo que el resto de sus congéneres a la hora de elaborar nuevas hipótesis o de resolver problemas. Sin embargo, su mente es algo prodigioso y seguramente los especialistas podrán aprender mucho de sus extrañas capacidades. ¿No crees?