No te preocupes, no tienes que decir nada: Tienes dos millones de iconos en el Escritorio, y no podrías verlos todos ni aunque tuvieras un monitor de 60 pulgadas. Pero antes de borrarlos o de subir la resolución, dale una mirada a este pequeño programa, y puede que te saque del apuro.
Hasta el más prolijo y ordenado de los usuarios se encontró en algún momento con su Escritorio de Windows completamente asediado por iconos de diferentes orígenes, desde simples accesos directos hasta el clásico instalador que se descargó una vez y nunca se borró. El sistema operativo tiene su propio sistema de limpieza de iconos, pero también es sabido que el juicio que usa Windows para estas cosas es bastante cuestionable. Entonces, ¿qué queda por hacer? Lo lógico sería borrar aquellos iconos que no se usan, o directamente aumentar la resolución de la pantalla. Pero hay situaciones en que los iconos son tantos, que no se pueden ver todos los que hay al mismo tiempo, y el máximo de resolución depende exclusivamente del monitor que se posea.
Por suerte existe algo como D-Color XP. Este programa permite, entre otras cosas, cambiar el modo en el que se muestran los iconos en el Escritorio. Por defecto, podemos ver el tamaño normal de los iconos. Windows Vista tiene alguna que otra opción para poder reducir su tamaño y ver más cantidad de ellos en la pantalla. Pero si estás usando XP, entonces sólo algo como D-Color puede ayudarte.
Sólo tienes que descargar el programa, e instalarlo. Se agregará un icono a tu bandeja de sistema, y haciendo clic con el botón secundario, podrás ver las opciones que ofrece. Puedes intercalar entre los iconos normales, en posición de mosaico, y en tamaño pequeño, que equivale al formato lista dentro del explorador de Windows. También tiene un atajo a la opción para ocultar iconos, y una función que guarda la posición de los iconos en el Escritorio automáticamente. Por último, está la opción para que el programa se inicie con el sistema operativo.
Otra cosa que te permite D-Color es darle un toque de color al texto de los iconos en el Escritorio, sin tener que cambiar el color de la fuente en todo Windows. Un solo clic en el icono de la bandeja te mostrará las opciones disponibles. Puedes modificar tanto el color de la letra como el del fondo, sin tener que modificar nada más, manteniendo independiente el color del fondo de Escritorio, el de la fuente, y el del fondo del icono.
D-Color ya tiene algunos años encima, y fue diseñado para Windows XP, hemos sabido que no tiene problemas de funcionamiento en Windows Vista. Probablemente, debido al tamaño que tienen algunos iconos en el nuevo sistema operativo de Microsoft, la opción para iconos pequeños no trabaje exactamente igual que en Windows XP, aunque eso no quiere decir que no vaya a funcionar. Para que tengas una idea, observa la foto y podrás comparar cómo se ven los iconos en los tres modos bajo Windows XP.
Por supuesto, esta no es la única utilidad que puede hacer esto. Algunos probablemente hayan escuchado hablar sobre un viejo programa llamado Deskview, que funciona tanto en XP como en Vista. Su único problema es que abre una ventana de comando cuando se ejecuta, pero al margen de eso, no presenta inconvenientes. Nosotros escogimos al D-Color por su interface, y por el par de extras que trae incluidos, pero si conoces alguna alternativa más, deja un comentario. ¡Buena suerte!